Problemas argentinos, preocupaciones alemanas

Por Juan Pedro Nardi (*)
Especial para ANDigital

Es sabido que los agroquímicos son un problema de dimensiones garrafales en Argentina. Sin embargo, tanto la opinión pública como las clases políticas no se han expresado con la debida preocupación al respecto. Desde Alemania, un ilustrador baviero busca llamar la atención de la población con sus obras.

Ya no quedan demasiadas excusas. A principios de 2015 la Organización Mundial de la Salud ha declarado al glifosato como cancerígeno.

A mediados de ese mismo año, los habitantes de San Salvador, Entre Ríos, protestaron sobre el aumento del 18 al 43 por ciento de muertes por cáncer, vinculadas a la fumigación del agroquímico y fue también a lo largo de ese año que se conocieron en los medios masivos las denuncias del doctor Rodolfo Páramo en el pueblo rural de Malabrigo al norte de Santa Fe, donde se remarcaba una correlación entre el incremento de niños nacidos muertos o con deformaciones y el incremento del uso de pesticidas en los campos lindantes al pueblo.

En este contexto desalentador, aparece un artista alemán del sur de Baviera que a forma de protesta ha ilustrado un panorama de la situación argentina. Klemens Gieles es su nombre. El baviero de casi 60 años se especializó en técnicas digitales y realiza sus obras íntegramente con softwares de edición digital como Adobe Ilustraror o Adobe Photoshop.

Los temas a los que recurre están fuertemente marcados por conflictos sociales y/o de tipo ambientales. Es así, que al conocer la decisión de Mauricio Macri de nombrar Leonardo Sarquís, exgerente general del área de semillas vegetales de Monsanto, como ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, decidió pintar su repudio a esta voluntad política.

En una imagen reciente publicada en distintos medios alemanes, podemos ver a una rata de dos cabezas que representa a las empresas de agroquímicos que con sus herbicidas, envenenan y pudren las tierras argentinas como también la salud de las personas del lugar.

Estas dos ratas son “montadas” por dos políticos, dando a entender que el partido de centroderecha PRO promueve esta modalidad químico-destructiva de la agricultura.
Todos parecen entender que este problema es de grandes dimensiones. Diferentes estudios han demostrado científicamente que el uso de los agroquímicos afectan negativamente la salud de las personas, pero, ¿por qué los gobiernos siguen cometiendo los mismos errores?

¿Podrá acaso la preocupación de un artista a 13 mil kilómetros de distancia contagiar la voluntad de protesta de los argentinos? Siendo extremadamente optimistas podemos decir que por ahora es saludable saber que existe una preocupación y un repudio internacional de este problema que no solo destruye las tierras sino también las diversas formas de vida que la habitan.

(*) Comunicador audiovisual argentino radicado en Alemania
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