viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº3660

Deportes | 30 jun 2014

Apostillas Mundialistas

Hermenéutica del gol de rodilla

En la costa argentina, más específicamente en San Clemente, a principio de los ´70. Dos jóvenes creativos, llamados “Gogo” y “el Negro”, inventaron el “tenis-fútbol”.


¿De qué se trata este juego? Se juega con los pies, pateando una pelota. Cada jugador tiene su lado de la cancha, donde la pelota sólo puede picar una vez. Se juega en la arena mojada ya que permite el pique de la pelota (lo cual lo convierte en la antítesis del vóley playero que juegan los brasileros), se suelen utilizar las canchas abandonadas de partidos de paleta. La red es una convención entre los participantes, se estima su altura y se juega como si ella estuviera allí. Se puede jugar de a dos jugadores (uno contra uno), de a cuatro jugadores (dos contra dos), y así hasta el infinito. Incluso es válido el “tenis-fútbol gallo”, extraña variante en la que dos jugadores se enfrentan a uno solo. Podemos decir que las combinaciones son tantas como la imaginación y la cantidad de participantes lo permitan. Cada uno de los jugadores intenta ganar el punto, esto sucede cuando el oponente no puede devolver el balón.

En el mismo lugar de la Costa Atlántica argentina, a fines de los ´80, el hijo de “Gogo” practicaba este juego con un amigo, cuando fueron observados por jugadores profesionales de fútbol de un club del ascenso. Uno de estos jugadores le dijo a su preparador físico: “Ve profe, a esto tenemos que jugar nosotros”. Se cree que esta es la manera en que este juego llegó a formar parte de los entrenamientos de todos los equipos de fútbol. Ahora lo llaman “fútbol-tenis”, se juega con redes y la cancha marcada con cal. Incluso llegó a ser practicado en su show televisivo por el más grande jugador de fútbol de todos los tiempos: Diego Armando Maradona.

Cuando Marcos Rojo impactó con su rodilla derecha la pelota que terminaría dentro del arco dándole la victoria al equipo Argentino sobre Nigeria, no pude dejar de pensar en que ese gesto técnico (que nada tiene de casualidad) es una de las maneras de definir un punto en el “tenis-fútbol”. El golpe de rodilla es como el remate en el vóley, se le imprime la fuerza necesaria a la pelota para que pique en el campo rival y se aleje rápidamente del contrincante impidiéndole pegarle. En este acto de repentización, nuestro jugador resuelve con rapidez, creatividad y pericia; una situación atípica del juego echando mano de sus hábitos corporales aprendidos durante la práctica de este maravilloso juego. No hay otra manera de explicar esa jugada, a menos que se tenga la mala intención de menospreciar a su ejecutante.-

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