Un 10 % de los ingresos dejó de ir a los más ricos y se distribuyó entre los que menos tienen

CAPITAL FEDERAL (ANDigital) En los últimos diez años, uno de cada diez pesos de riqueza generados por el país dejó de ir a los bolsillos de los más ricos para ser distribuido entre los que menos tienen.

Así concluyó un informe del Centro de Estudios y Desarrollo de Políticas (CEDEP), elaborado por su directora ejecutiva, Roxana Mazzola, donde se destacó que “la distribución de la renta resultante de la acción del mercado, difiere de la socialmente deseable, y éste claramente no la promoverá”.

Por ello, consideró que “propiciar la equitativa distribución del ingreso es un rol esencial del Estado” y al respecto, indicó que “en Argentina la desigualdad es una problemática central pese a ser el país que mayor mejora registra en la última década”.

Precisó que al año 2013 sólo 5 de cada 100 pesos que producen todos los argentinos se concentra en el 20 por ciento más pobre de la población, que representa el primer quintil de ingresos, mientras 46,5 pesos se lo apropia el 20 por ciento más rico.

Sin embargo, el análisis del CEDEP remarcó que “estos niveles eran desproporcionalmente más preocupantes para 2003”, cuando los pobres recibían la mitad que ahora: 2,6 pesos por cada 100 de la riqueza nacional, y los más ricos 57 pesos.

“La brecha de ingresos, que representa cuántas veces es más alto el ingreso per cápita de los más ricos en relación a los más pobres, se redujo en más de 50 por ciento entre 2003 y 2013 pasando de 46,8 a 17,6 veces”, puntualizó el CEDEP en su informe, reseñado por la agencia estatal Télam.

En consecuencia, subrayó que “la disputa distributiva es la que toma hoy lugar”, porque precisó que “10 de cada 100 pesos de los ingresos totales del país dejó de ser percibido por los sectores más ricos y se redistribuyó entre los que menos tienen”.

“No ha sido la clase media que se la expropió de dicha renta, sino que también ha sido beneficiada. Los más afectados parecen haber sido los más ricos entre los ricos, dado que el 10 por ciento más rico se apropiaba de 39,3 pesos por cada 100 de la riqueza nacional en 2003 y ahora recibe 29,8 pesos”, explicitó el trabajo.

Y subrayó que “esos 10 pesos por cada 100, que se redistribuyeron provienen del decil más rico”, por lo que “el contexto actual es diferente al de 2003 y más conflictivo al introducirse en arenas más distributivas”.

“La función distributiva del Estado no se agota en la provisión de servicios sociales”, y “un piso mínimo de protección universal es sólo un comienzo”, evaluó, para luego dar cuenta que “la política social debe ser vista como sistema redistribuidor de ingresos”. Y “forman parte de ella las políticas fiscal, de empleo e ingresos, la educativa, la de salud y la de vivienda”.

Ejemplos de esto son la Asignación Universal por Hijo (AUH), el Progresar, la moratoria jubilatoria, las políticas de salario mínimo, el programa ‘Precios cuidados’ y políticas orientadas a reducir la informalidad laboral.

“Existen vinculaciones entre todos los instrumentos, a la vez, que todos ellos inciden, con diversos alcances, en la dinámica del mercado”, destacó el informe.

Remarcó de todos modos que “en Argentina, el llamado ‘relato’ se vale y ha valido de estos diversos instrumentos o medios para ir configurando un nuevo estado de ‘lo justo’ conforme al fin de ampliación de derechos de todos los ciudadanos, de modo diferencial a lo que sucedió en los 90”.  

En cambio, señaló que entre las propuestas opositoras al Gobierno “no se escucha decir qué medidas tomarían para mejorar la inequitativa distribución de la riqueza”.

“El eje se focaliza en otros temas y no más allá de la inflación y la inseguridad. Ello no tiene nada de inocuo, sino por el contrario expresa instrumentos que se ponen en marcha para hacer perder de vista lo medular: forjar la justicia social y distributiva que queremos que tenga lugar en la Argentina actual”, concluyó. (ANDigital)