jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

El Fierro | 19 nov 2019

Opinión / La Hora Política

Solidaridad con la resistencia boliviana

El golpe de Estado fascista es una amenaza a todos los pueblos y naciones de Latinoamérica. Repudiamos la falta de condena de Macri al golpe en Bolivia y a los asesinatos por la represión contra los pueblos boliviano y chileno. La semana política por Ricardo Fierro.


Crece la resistencia popular

Las organizaciones de originarios, campesinos, trabajadores, mujeres y jóvenes se organizan contra el golpe fascista y racista.

En una situación dura, difícil, el heroico pueblo boliviano pelea, organiza su resistencia y levanta un programa democrático y nacional frente al fascismo golpista. Bolivia tiene raíces profundas en los pueblos y naciones originarias, campesinas, su movimiento obrero, sus organizaciones de mujeres y de jóvenes.

Bolivia atraviesa una situación dura, pero abierta. Lo que exige la más amplia unidad de los pueblos y naciones de la región en la solidaridad con ese heroico pueblo.

Además, la situación de Bolivia está abierta porque la rebeldía de los pueblos recorre América Latina, con una combatividad que asombra. Con la unidad para la lucha de muy amplios sectores. Casi todas nuestras naciones sufrieron dictaduras pro imperialistas que ensangrentaron la región y no quieren volver a vivirlas. Hay fuertes reservas democráticas frente al fascismo y el racismo.

La Latinoamérica rebelde resiste en Bolivia, lucha en Haití, Honduras, Nicaragua, Ecuador, Chile, la Argentina, Paraguay, y da pasos en Brasil y Uruguay. También estallan grandes luchas en el mundo. Logran conquistas parciales y van por más. En esta Latinoamérica rebelde castigada por los ajustes, la entrega y la represión, los pueblos buscan la más amplia unidad ganando las calles. También es con la unidad que construimos en la Argentina, en las calles y en el Frente de Todos, que derrotamos electoralmente a Macri.

El golpe de Estado fascista y racista en Bolivia

Una amenaza a todos los países latinoamericanos.

El golpe de Estado de la derecha fascista y racista en Bolivia, con la participación del Ejército, la policía y el gobierno de Estados Unidos, muestra la contraofensiva de los sectores ultra reaccionarios y el imperialismo yanqui, enemigo tradicional de los pueblos latinoamericanos, que disputa con otros imperialismos para adueñarse del litio, el gas y demás recursos nacionales bolivianos.

Esas fuerzas fascistas e imperialistas vienen metiéndose abiertamente en la política de nuestras naciones, realizan bloqueos económicos y amenazas militares. Se presentan, en países golpeados por crisis sociales y económicas, como “relevos modernos” frente a las fuerzas que se presentaron o intentaron resolver las crisis sin acabar con las causas de fondo de esas crisis: la dependencia, el latifundio y el Estado podrido que los sostiene. En la mayoría de los casos, esas fuerzas se apoyaron en los imperialismos de Rusia y de China, que a la hora de la verdad mostraron que solo les interesa defender sus inversiones en los recursos nacionales que roban a nuestros países.

El carácter fascista de los golpistas bolivianos, asesinando, encarcelando, torturando, violando, muestra que esa minoría racista no tiene límites en su objetivo de adueñarse del poder. Chile con Piñera es otro ejemplo. Y la falta de condena de Macri a esos hechos es una burla a los sentimientos latinoamericanistas de nuestros pueblos.

El golpe de Estado en Bolivia es una amenaza a todos los pueblos y países latinoamericanos.

Trabajamos para acordar pronunciamientos en cada lugar de trabajo, estudio y vivienda.

Macri sigue castigando al pueblo

Luchamos contra el hambre, los despidos y cierres de fábricas y comercios.

Se va acortando el tiempo para el cambio de gobierno. Macri sigue castigando al pueblo con una inflación que supera el 50%, más tarifazos, la pobreza castiga al 40% de la población, más entrega de nuestros recursos nacionales y colaborando con Trump y los golpistas bolivianos.

Reclamamos en las calles al gobierno de Macri medidas inmediatas contra el hambre, los despidos y los cierres de fábricas y comercios.

A medida que se acerca el final del mandato macrista crecen las grietas y las discusiones dentro de Cambiemos. Desde el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, abrazándose con el fascista boliviano Camacho, hasta los que están hartos de subordinarse a Macri. Otros buscan abogados para los juicios por corrupción (Macri acumula más de 90 denuncias en la Justicia).

La semana pasada, la Asamblea Legislativa (Diputados y Senado) proclamó la fórmula ganadora en las elecciones: Alberto Fernández presidente y Cristina Kirchner vicepresidenta.

Alberto Fernández ha dado pasos positivos denunciando el golpe en Bolivia, cuestionando a Trump y colaboró activamente para salvarle la vida a Evo Morales. También abrió el diálogo con las organizaciones sociales, en la reunión con el obispo Lugones y la Pastoral.

Una cuestión que el golpe en Bolivia obliga a reflexionar en nuestro país es: ¿qué va a pasar con el brutal aparato represivo que montó Macri, quien no ahorró en gastos para importar la mejor tecnología contra el pueblo?

El protagonismo del pueblo

Fortalecer al PCR para acumular fuerzas que abran un camino liberador.

El pueblo viene siendo protagonista en las calles, como se vio antes, durante y después de las elecciones. El desafío de no abandonar las calles es una cuestión fundamental. Son masivas las movilizaciones de solidaridad con el pueblo boliviano, en todo el país, con la participación del PCR, el PTP, la CCC y demás organizaciones en las que participan los Cayetanos, junto a fuerzas sindicales, de derechos humanos, entre muchas otras.

Somos parte del Frente de Todos, en donde nos unimos fuerzas distintas para derrotar a Macri en las elecciones. En el debate político de las masas populares, el PCR trabaja para escuchar, discutir y disputar la dirección de esas masas, particularmente en las grandes empresas, para que se pronuncien en solidaridad con los pueblos hermanos de Bolivia y Chile, y sean protagonistas de la lucha social y política.

Impulsamos iniciativas amplias, multisectoriales, con razón, con ventaja y sin sobrepasarnos.

Hay muy buenas condiciones para acumular fuerzas, sobre todo en los centros de concentración, afiliar al PCR y completar las personerías del PTP. Construyendo círculos de lectores y generalizándolos en todo el país, para asimilar a los nuevos militantes que buscan un camino para la lucha.

Fortalecer al PCR acumulando fuerzas para abrir un camino que acabe con la dependencia, el latifundio oligárquico y el Estado podrido que sostiene a esas lacras. Para que sea el pueblo el que decida qué se produce, cómo se produce y cómo se distribuye lo que se produce.-

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