Espectáculos | 11 dic 2015
En primera persona
La peculiar crónica de un infarto, con el sello de Casciari
El escritor sufrió un ataque cardíaco en Uruguay, antes de presentar su último libro. Debió colocársele un stent y ahora se recupera. Resaltó que la casa que alquiló es “excelente para huéspedes sedentarios”, con “comunicación directa con los mejores hospitales de Montevideo”. El agradecimiento a sus “ángeles de la guarda” y un consejo para los “gordos drogones”.
CAPITAL FEDERAL (ANDigital) El escritor mercedino radicado desde hace más de una década en España, Hernán Casciari, sufrió un infarto en Montevideo y tuvo que suspender las dos presentaciones de su libro Gaussian blur y un recital de cuentos que tenía previsto realizar en la capital uruguaya.
El creador del proyecto Orsai relató los hechos a través de su cuenta en Twitter: “Me infarté en Montevideo. Tengo que suspender todos los recitales. Estoy bien. Más o menos”.
Luego aclaró que “acá en el hospital de clínicas de Montevideo me salvaron de la muerte y a cambio me piden donadores de sangre ¡Vengan y donen!”.
A su regreso a Buenos Aires, el autor de El paraíso de los tontos; Más respeto que soy tu madre y El pibe que arruinaba las fotos, aconsejó a los “gordos drogones”. Siempre a través de la red social del pajarito, escribió: “si un día se infartan, háganlo en Montevideo. Te tratan bárbaro”.
Confirmado: médicos montevideanos me dicen que no puedo fumar nunca más ni comer salame. Estoy rellenando el formulario para la eutanasia.
— Hernán Casciari (@casciari) diciembre 10, 2015
Y sentenció: “médicos montevideanos me dicen que no puedo fumar nunca más ni comer salame. Estoy rellenando el formulario para la eutanasia”.
Por otra parte, rellenó el formulario del sistema de alquiler de casas online Airbnb, cuando se lo consultó por su estadía en la capital del país hermano.
Al respecto, Casciari puntualizó: “excelente vivienda para huéspedes sedentarios y con propensión al infarto de miocardio. La zona es preciosa y posee comunicación directa con los mejores hospitales de Montevideo”.
“Los anfitriones (Javier y Alejandra) se convierten al instante en ángeles de la guarda y te salvan la vida sin conocerte. Te llevan muy rápido al hospital, en su propio coche, mientras te estás muriendo y después se quedan en la sala de espera hasta que los médicos te ponen un bypass”, añadió.
Para rematar, el autor de Messi es un perro aclaró que “no permiten que caigas en depresión ni que te sientas solo, te traen libros para que leas y además no te quieren cobrar los días que te quedás de más en su casa ¡Muy recomendable!”. (ANDigital)
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