viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº3660

Espectáculos | 27 feb 2018

Entrevista

¡¿Y ahora me lo venís a decir?!

A diez años del programa definitivo sobre las miserias de la fama y las celebridades, Juan Perugia rompe el silencio ante ANDigital. Por su parte, Gastón Pauls confiesa lo que sintió al ponerle el cuerpo al pastor Palau para su próxima película, explica por qué la radio va a “resistir a todo” y recuerda la importancia de “no creer todo lo que se dice en los medios”.


CAPITAL FEDERAL (ANDigital) En el año del décimo aniversario de Todos contra Juan, ANDigital quiso rescatar el legado de aquel hermoso perdedor y volvió a calzarle la riñonera de cuero y la bufanda a Gastón Pauls para evocar al protagonista de “La vida es un juego”, estrella juvenil devenida en actor errante.

“Es parte esencial de mi vida en todo sentido: laboral, expresivo, sentimental, espiritual y artístico”, destaca el actor, a la hora de los primeros conceptos sobre el ciclo dirigido por Gabriel Nesci, emitido por América en su primera temporada y por Telefe en la segunda. 

A la hora de trazar analogías con lo que le tocó vivir en las épocas de alta exposición de Montaña Rusa, Pauls expresa: “todo el tiempo me pasa y también a Sebastián De Caro (Tony Forchino en Todos contra Juan), muchas de las cosas que nos sucedieron a todos nosotros los de Montaña Rusa, por suerte las pude contar” en el programa en clave satírica del ambiente.

Aquella comedia relataba la historia de Juan Perugia, un actor que supo conocer la fama durante su adolescencia a mediados de los 90, pero que, a raíz de un episodio desafortunado, todo ese reconocimiento terminó por diluirse.

El elenco estable estuvo integrado, además de los mencionados Pauls y De Caro, por Oscar Núñez, Mercedes Oviedo, Ezequiel Campa, Ricky Aiello y Alfredo Castellani.

“Una vez lo dije y una periodista de La Nación me mató, para mí Todos contra Juan fue el programa más gracioso que hice, pero a la vez el más serio. Todo lo que íbamos diciendo son cosas muy tristes de este medio. Fama, exposición, olvido, rating, premios, demagogia, egocentrismo absoluto, egoísmo descarnado, los medios”, argumenta. 

Y sentencia: “para mí fue una especie de testimonio muy importante en relación a lo que creo sobre el éxito y dónde está lo verdaderamente importante en esta vida”.

Como el entrañable Juan, la banda culto del punk rock de los 90, Embajada Boliviana, también volvió luego de un prolongado paréntesis -de casi diez años – y como una casualidad o quizás un acto de justicia, no dudó en dejar registrado en Sensaciones Encontradas su particular homenaje al ciclo que reflexionó desde el humor sobre el lado B de la fama y las celebridades.

Fue registrado en 2010, en ocasión del show en El Teatro Flores, cuando la banda de Julián Ibarrolaza modificó la canción “Qué le voy a hacer”, para en lugar de estar “mirando a los Simpson”, decir estar “mirando Juan Perugia”.

Todos contra Juan fue una manera de reírme de mi comienzo en el medio. Era una locura lo de Montaña Rusa, 30 puntos de rating, complicado salir a la calle. Fue un jardín de infantes-escuela primaria de todo lo que el medio es, de lo serio y responsable que uno debe ser y la potencia que tiene todo. Es bastante fuerte, en aquella época tenía 22 años. No sé si fue la etapa que más disfruté, pero sí de las que más aprendí y la revalorizo todo el tiempo”, confiesa.

En cuanto a la génesis del ciclo que terminó emitiendo América TV en 2008, resalta que “fue muy difícil al principio, cuando llamaba a los actores para que hicieran de sí mismos, el programa no estaba saliendo al aire. Yo había grabado ocho programas, seguía sin estrenarse y mucho no entendían”.

“En un programa hay un personaje que habíamos creado que era el masturbador compulsivo, lo terminó haciendo Luis Luque. Se lo había mandado a otro actor, explicándole que tenía que hacer de él mismo. A la hora y media de enviado el guion me llamó puteándome: ‘¿Qué querés decir? ¿Que soy un pajero? No puedo salir en pantalla reconociendo eso’. No lo hizo, lo llamé a Pipo y al toque accedió. Paradójicamente ese actor que me insultó terminó trabajando en la segunda temporada, no voy a decir quién es, claro, porque recién después pudo entender el código del programa”, puntualiza.

Tal y como Todos contra Juan mostraba los hilos de los egos y los críticos ensobrados, este año Pauls incursiona en el formato serie web y lo hace con Personajes peculiares, ciclo que puede verse en la señal mendocina Acequia TV.

Se trata del protagónico de Paul Palomino. “Con él me río de Gastón Pauls entrevistador. En ese rol de hace unos años pude entrevistar a Diego Maradona, Ricardo Darín, Mario Pergolini, Fito Páez y Ricardo Mollo, entre otros. Y esto es un poco reírme de cierta seriedad que tienen algunos entrevistadores televisivos, entre los que me incluyo”, resume.

Redes asociales

“Lamentablemente el ser humano está encontrando cada vez más ‘armas’ para descargar su odio. Podrían ser medios maravillosos para facilitar la comunicación de las personas y conectarlas pero tienen un costado absolutamente diabólico, desmadrado”, explica Gastón en torno a la lógica de agresividad que impera en las redes sociales.

Luego advierte que “estos ‘miedos’ de comunicación son muy potentes y cada vez va a ser más hasta que debería haber algún momento de explosión, lo que pasa cuando algo se va recalentando tanto. No sé cuál va a ser ese momento, no se sostiene”.

La radio

Continuando con su ciclo de cada lunes a las 21 horas en Radio del Plata, también lamenta el “doloroso” momento de la emisora, víctima de un pésimo manejo empresarial que le hizo perder un sitial de privilegio en cuanto a audiencia y a grilla artística.

“Es una radio emblemática, es un momento difícil en todo sentido, para contar, para mostrar. Yo sigo teniendo el espacio. Cuando arranqué hubo años que no tenía auspiciantes y lo hacía absolutamente gratis. La voy remando, es una especie de espacio de resistencia y mucho amor”, explica en alusión el programa Mi otro yo.

Consultado por su relación con la radio en general, recuerda: “era de escuchar mucha radio, sobre todo de noche, desde chico, a los 10, 12 años. Los programas que me gustaban eran los que se tomaban su tiempo, de una sola persona, salir de la histeria. Yo también estoy solo, no digo que sea mejor o peor, es lo que a mí me gusta”.

Para graficar la vitalidad de la radio como medio, describe una postal que resiste en el ecléctico mundo palermitano: “hay un tipo que conozco en el barrio que muchas veces lo veo en la puerta de su casa, tomando fresco, con la silla en la vereda, con la radio que debe ser del 60 y le funciona. Por supuesto sólo AM y escucha con esa. Me emociona, que hayan pasado 50 años y siga escuchando el mismo aparato. Es una señal de que algo la sostiene y va a resistir a todo”.

Felicidades

En cuanto a su actualidad en la pantalla grande, destacó la recientemente estrenada El sereno, una película argentino-uruguaya. “Fue rodada muy artesanalmente, la filmamos en nueve días. El guion se elaboró muy rápido porque estaban por demoler un depósito y era aprovechar esa cuestión y también se filmó en tiempo corto. Muy orgulloso”.

Además, le puso el cuerpo al pastor evangelista Luis Palau. “Era fundamental conocerlo, ver a quién interpretar. Puedo leer mil cosas sobre él, que hablen bien, mal o regular o lo mismo ver videos con el condicionamiento de la edición. Quise ir a conocerlo. Es un tipo que tiene un auto del año ochenta y pico que para EE UU es un auto del siglo XIX. Vive humildemente lo vi terrenal, predica y mete un millón y medio de personas”.

“Quería ver lo que pasaba para adentro, una charla, dónde estaba su mirada y ahí me pasó algo. Lo vi con convicciones, predicando, lo que le pasó con la muerte de su padre de muy chico, un problema duro con su hijo. Quería entender si era un negocio o un convencido de lo que hace y no especulando con lo que hace. Realmente me convenció esa charla”, confiesa.

Para Juan Perugia, la respuesta ideal en cuanto a mejores películas era Star Wars, Indiana Jones, El Padrino, Volver al futuro y Cuando Harry conoció a Sally. Consultado Pauls sobre su propio podio, teniendo en cuenta los films que protagonizó, sorprende al decir que pese al éxito de Nueva Reinas, se queda por encima de esa producción con el único largometraje dirigido por Lucho Bender: Felicidades.

“Es la que más me gusta, la he visto un montón de veces, me sé los diálogos, me divierte. No me pasa con otras películas. Me gusta el arte, la fotografía. Y lo digo teniendo en cuenta que Nueve Reinas me ha hecho dar vueltas por mil lugares, hasta Robert De Niro me habló de la película o Steven Soderbergh que produjo la versión estadounidense”, indica.

Y completa sus elegidas con Iluminados por el Fuego, con la cual “dio vueltas al mundo con una tremenda carga emotiva” y Nueces para el amor, dirigidas por Tristán Bauer y Alberto Lecchi, respectivamente.

“No hay que creer todo lo que dicen los medios”

“Lo decía Juan Perugia. Yo era director general del programa, me metía en la producción, dirección, música, lo co-escribía con Nesci, armábamos el programa. Hoy por hoy no tengo ni el 0,1 por ciento de lo que era la productora”.

Con esta introducción, Gastón Pauls accede al descargo solicitado por ANDigital en torno a la quiebra de su empresa y las denuncias de exempleados.

“Eso habla un poco de que hubo una estafa interna. Yo nunca hablaré de más, nunca nombré a nadie. El tema legal me ha liberado de todo. Se dijeron muchas cosas horribles, pero a su vez apareció gente hermosa a decirme ‘loco, acá estoy’. Luis Alberto Spinetta por ejemplo, que me diga ‘sé quién sos, acá estoy y cuando un tipo así te llama y te dice eso, bueno… este es un medio que muchos hablan, dicen, opinan”, lamenta.

Y prosigue: “los que me conocen saben que salí a dar clases para vivir. Así viví con clases de teatro, nunca me quedaría con nada de nadie, no me interesa, no es mi forma de ser, ni pensarlo. Ya a esta altura lo que me queda es que mis seres más cercanos sepan quién soy y el resto, algunos opinarán que soy el peor”.

“Muchas veces dije, si me pasa lo mismo que Juan. De hecho me pasó. Qué hago. Doy clases. Es súper digno. Este mundo va mucho más allá de la tele y el rating. La vida da tantas vueltas y tantos que hablaron de mí conozco sus chanchullos, pero alcahuete no soy y no señalaré nunca a nadie”, remata. (ANDigital)

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