sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº3682

Interés general | 4 dic 2017

Igualdad de oportunidades

Lengua de Señas en la formación docente, un debate imperioso

En la Cámara de Diputados bonaerense se aprobó semanas atrás un proyecto que solicita la incorporación de la materia en la currícula de los Institutos Superiores, a tono con un histórico reclamo de la comunidad sorda por legitimar su lengua. Desde la cartera educativa resaltaron la naturaleza inclusiva de la propuesta.


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) La Lengua de Señas Argentina es definida técnicamente como el idioma que se vale del canal visual, implementando la gesticulación del cuerpo en su totalidad y los espacios en tanto componentes gramaticales. Es al mismo tiempo la lengua natural de las personas con sordera, donde subyacen sueños, esperanzas y una lucha histórica por la integración y la igualdad de oportunidades.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 5 % de la población mundial, equivalente a 360 millones de personas, padece pérdida de audición discapacitante, de los cuales 328 millones son adultos, y 32 millones son niños. En Argentina, la hipoacusia afecta a un margen que oscila entre 700 y 2.100 niños recién nacidos al año.

El pasado 14 de noviembre, fue aprobada en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires una iniciativa que solicita a la Dirección General de Cultura y Educación incorporar la Lengua de Señas Argentina en los planes de estudio de la carrera docente, poniendo en valor y considerando los propósitos de reivindicación de derechos sostenida por la comunidad sorda en el país.

El proyecto de declaración, cuya autoría corresponde a la diputada Vanesa Zuccari, se trató durante la sesión que precisamente significó la primera transmisión con interpretación de lengua de señas.

Bajo la premisa de promover la inserción en el diseño curricular de los Institutos Superiores de Formación Docente, la propuesta aboga por la integración de las personas que por su condición, emplean la lengua de señas como medio de expresión, y pone de relieve la necesidad de que los futuros educadores incorporen herramientas que les posibiliten enriquecer y diversificar su formación para desempeñarse en distintos campos.

Con una repercusión que trascendió los límites del territorio bonaerense, la iniciativa representa una luz de esperanza, al enmarcarse en sintonía con un reclamo histórico de las personas que ven disminuida su capacidad sensorial auditiva y, en especial, de sus círculos íntimos, en pos de construir los caminos hacia la real inclusión social.

Un patrimonio lingüístico

Desde la Asociación de Sordomudos de La Plata se hicieron eco del proyecto y vieron con agrado la posibilidad de añadir la materia en la formación de los futuros educadores.

“Estaría muy bien incorporar esta materia en la educación docente. Queremos difundir que la Lengua de Señas Argentina es un idioma y un patrimonio lingüístico de la comunidad sorda”, enfatizó tras ser consultado el director general de la Asociación de Sordomudos de La Plata, Cuauhtemoc Contreras Borbón.

Fundada en 1941, la Asociación de Sordomudos de La Plata está nucleada dentro de la Confederación Argentina de Sordos, una organización sin fines de lucro que respalda y promociona políticas tendientes al reconocimiento de los derechos de la comunidad sorda, con el propósito de mejorar la calidad de vida en todos los aspectos de personas sordas e hipoacúsicas, y persigue como principal finalidad el reconocimiento de la Lengua de Señas Argentina en tanto lengua natural de la comunidad sorda del país.

Al referirse a la propuesta parlamentaria, el titular de la entidad platense también abordó con ansias el sueño de que la formación en lengua de señas adquiera status académico. “Se llama curso de Lengua de Señas Argentina porque cada país tiene su propia lengua de señas, y quienes lo dictamos somos auxiliares de comunicación. Nuestra esperanza es tener la carrera en la provincia de Buenos Aires”, explicó Contreras Borbón, con suma expectativa, quien puso como ejemplo las tecnicaturas existentes en el Litoral y en Cuyo.

Actualmente, el curso que se dicta en la institución a personas oyentes tiene una duración de dos años, basado en cuatro módulos de aprendizaje.

Para ello, Contreras Borbón advirtió que en primer lugar el desafío debe girar en torno a la formación “entre las mismas personas sordas”, para luego convertirse en educadores no docentes, y así pasar de “las propuestas y planteamientos” existentes hacia un “megaproyecto” de dictado de lengua de señas, de carácter ambicioso, que comprenda a todo el territorio bonaerense e incluya a altas casas de estudio, como la Universidad Nacional de La Plata.

“Tenemos nuestra esperanza de cara al futuro para comunicar con la comunidad sorda y viceversa; inculcar la inclusión y eliminar las barreras de comunicación”, subrayó.

Con perspectiva de inclusión

El proyecto también tuvo resonancia en la cartera educativa bonaerense y, si bien los voceros oficiales se mostraron cautelosos ante una eventual reforma del diseño curricular en la formación docente, ponderaron el espíritu de la iniciativa que habría llegado a manos del propio director general de Cultura y Educación, Gabriel Sánchez Zinny.

“Siempre es importante que estos temas estén en la agenda. La enseñanza de la Lenguas de Señas Argentina en la formación docente inicial es una forma más de propiciar la inclusión a partir del reconocimiento de la diversidad de lenguas trascendiendo la perspectiva unilingüe”, señalaron desde la Dirección General de Cultura y Educación.

Y remarcaron: “Esta propuesta conlleva a la corresponsabilidad de todos los actores del sistema educativo fortaleciendo las prácticas inclusivas. Asimismo, hace efectiva una política curricular que brinda condiciones de oportunidad para el ejercicio de la ciudadanía y la construcción y participación del conocimiento cultural”. (ANDigital)

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