jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

Interés general | 19 oct 2019

Salud

Prevención y concientización sobre el cáncer de mama: ¿Qué podemos hacer?

Hay que saber que el diagnóstico temprano, su detección y tratamiento en estadíos iniciales, aumenta la posibilidad de curación a más del 90 %. Esto genera la necesidad de recomendar a todas las mujeres de 50 a 69 años, sin antecedentes personales o familiares, que se realicen al menos una mamografía cada dos años.


Por María Constanza Celano (*)

El cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres en todo el mundo y esta situación también se refleja en Argentina, donde presenta una ocurrencia de más de 21 mil casos al año, representando la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres en nuestro país.

¿Qué podemos hacer para bajar estas estadísticas?

En principio conocer el tema, hablar de él, informarnos, saber que hay ciertos factores predisponentes, que algunos de ellos son modificables y otros no.

Saber que el diagnóstico temprano, su detección y tratamiento en estadíos iniciales, aumenta la posibilidad de curación a más del 90 %. Esto genera la necesidad de recomendar a todas las mujeres de 50 a 69 años, sin antecedentes personales o familiares, que se realicen al menos una mamografía cada dos años junto a un examen físico de las mamas por parte de un profesional de la salud.

Factores de riesgo no modificables: se sabe que este tumor es más frecuente en las mujeres a partir de los 50 años, tener antecedentes familiares cercanos con cáncer de mama, mujeres que hayan recibido tratamiento radiante en la zona del tórax, terapia de reemplazo hormonal, la nuliparidad o haber cursado el primer parto a edad avanzada. Sin embrago hay que tener en cuenta que el cáncer de mama hereditario representa sólo alrededor del 5-10% de todos los casos de este tipo de cáncer.

Factores de riesgo modificables: son aquellos sobre los que la persona puede trabajar y cambiar para prevenir el desarrollo de la enfermedad. El estilo de vida conocido como sedentario, con poca actividad física; una nutrición no equilibrada, basada en alto consumo de grasas y azúcares, que conducen al exceso de peso; el alto consumo de alcohol; el hábito de fumar, el tabaquismo.

LOS SÍ: mantener una dieta equilibrada, aumentando el consumo de verduras, frutas, antioxidantes naturales, volver a la comida menos procesada, con menos conservantes, bajar el consumo de grasas, aumentar la ingesta de agua por día, incorporar la actividad física a la rutina de la semana.

Un dato importante a mencionar es que en Argentina contamos con un Programa Nacional de Control de Cáncer de Mama, cuyo principal objetivo es mejorar la atención de las personas y disminuir la mortalidad por esta enfermedad.

Por último, como enfermera especialista en oncología, aliento a las personas que desarrollen esta enfermedad a acercarse al equipo de salud, es nuestra misión animarlos y contarles que existen múltiples modalidades de tratamiento que están en permanente avance científico. Sabemos que es prioritario brindarles una atención humanizada y personalizada acompañada de la excelencia que buscamos con la capacitación continua en nuestros equipos.

(*) Secretaria académica de la Especialización en Enfermería Oncológica de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.-

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