viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3688

Interés general | 27 dic 2019

Salud & Alimentación

El día después del atracón

Entre fiestas, en temporada alta de “despedidas de año”, los excesos están a la orden del día y nuestro hígado lo sabe. En diálogo con ANDigital, dos profesionales de la nutrición brindan algunos consejos para que el organismo tenga un decoroso final de 2019.


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) El espíritu religioso de la Navidad y el sosegado balance de fin de año parecen conceptos un tanto alejados de lo que termina siendo habitual en la práctica cotidiana de estos días: comer y beber hasta reventar…

A las tradicionales festividades de la época se suman las despedidas de año, ya no únicamente con un selecto grupo íntimo, si no que los encuentros “forzados” con el grupo de mamis y papis o del curso de macramé pasaron a ser moneda corriente, con el común denominador de los excesos en la ingesta alimenticia y etílica.

“Hay que tener en cuenta que aún queda otra fiesta, por lo que lo ideal es no incurrir en ninguna locura en estos días, ninguna dieta mágica. Mucha agua, evitar las bebidas azucaradas, las gaseosas, así sean light, y apostar a consumir mucha fruta y verdura”, propone la licenciada en Nutrición Valentina Martínez (MP 4452 – MN 9394).

En igual sentido se pronuncia su colega Celeste Cernadas (MP 3568), al advertir la necesidad de “darle un descanso al hígado”, ya que lo venimos “sobrecargando con alcohol y comidas súper calóricas, muy abundantes en grasas”.

“Debemos reducir al mínimo el consumo de grasa: helado, snacks, facturas, chocolates, frituras; no llegar con hambre a la reunión porque atacás todo lo que se cruza y, en lo posible, moderar las porciones”, prosigue la antropometrista certificada por ISAK.

Y Martínez acota: “si se puede, retomar la actividad física. Saber que el 31, el 1 o el día que nos juntemos tratar de ser moderados, la comida no es lo único importante de las fiestas, aunque pareciera ser que suple falencias e invitamos a la tía que no soportamos porque hace buen vitel toné”.

No es una rareza pensar que ante lo que se avecina como una opípara cena, se acumule hambre durante el día. Grave error. La licenciada Cernadas lo argumenta: “Por supuesto que terminás comiendo más de lo necesario. Si a tu cuerpo no le das comida en casi todo el día, reacciona ralentizando al metabolismo, el cual no sabe cuándo vas a volver a comer y tiene que garantizarte la supervivencia. Por eso, llegar con ese metabolismo lento a la comida, hace que todo lo que ingiramos se guarde como grasa”.

Asimismo, resalta que “las personas que no desayunan tienen tendencia a picotear y a tener más hambre durante el día, por ende, posibilidades altas de ganar peso”. Es por ello que sugiere darle la importancia que merece la primera comida del día, para regular el apetito, con una porción de lácteos (leche, yogur o queso fresco o untable); una fuente de hidratos de carbono complejos (cereales sin azúcar, pan integral o avena) y, en un escenario ideal, sumar frutas de estación, las cuales brindan mayor sensación de saciedad.

En tanto, Valentina también remarca que “en la vianda de un chico debe prevalecer el agua, por más que sea tentador el juguito, les suma calorías vacías y no va sólo al peso, sino que es malo para los dientes”.

Ambas coinciden en desmitificar ante ANDigital las “bondades” de los jugos detox, de alta rotación en revistas del corazón y programas de la tarde.

“Hay que aumentar el consumo de agua. Nos sirve para rehidratarnos y además para sacarnos las toxinas, las cuales se eliminan por orina o por sudor, o sea, que la actividad física viene de la mano; aunque sea salir a caminar”, remarca Cernadas y su colega complementa: “caminar lo más que podamos, o bien, si nos incentiva ir con otra persona a zumba, baile, pilates, lo que sea para aumentar el movimiento y no ser sedentario. Luego se va modificando a partir del objetivo que tengamos. Moverse un ratito por día al menos”.

Acá les dejo una suuuper idea para cenar con amigos, que puede ser una opción bien saludable para mechar entre tantas...

Publicada por Celeste Cernadas - Nutricionista en Viernes, 13 de diciembre de 2019


Por último, ponderan la concientización en la población en que las dietas milagrosas no existen y que la buena alimentación requiere de una educación conducente y prolijidad.

“No es mi rol retar. Sí ayudar, motivar e incentivar, pero no ponerse en policía. Sí hay pautas que cumplir y aprender a elegir los alimentos que nos hacen un poco mejor. Ya que el motivo de la consulta sea ‘cambio de hábitos’ y no ‘digame la dieta’ es muy bueno”, cierra Martínez.

Y Cernadas sentencia: “No existen los permitidos porque no hay alimentos prohibidos. Lo ideal es manejar frecuencias de consumo y controlar las porciones; el día que tomás el helado, en vez del cuarto kilo, que sea un cucurucho con los sabores que te gusten para comer sin culpa, no caer en el de limón porque tenga menos calorías”. (ANDigital)

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias