Trabajador municipal encontró bolso con $ 75 mil y lo devolvió

CORONEL PRINGLES-BUENOS AIRES (ANDigital) Un gratificante episodio ocurrió en Coronel Pringles este lunes, cuando Mauricio Cabrera, agente municipal de tránsito, recorriendo la ciudad encontró un bolso tirado al costado de un vehículo y lo llevó a su legítima dueña. La propietaria (una jubilada de 70 años), lloró de emoción al descubrir que el trabajador lo había encontrado. En su interior había 75 mil pesos que serían destinados para su operación de cadera.

“Encontré el bolsito al costado de un auto en la calle, pregunté a quienes pasaban por el lugar si alguien sabía de quién era, pero nadie me pudo aportar datos”, explicó en su relato Mauricio.

Preguntando en algunos comercios, pudo averiguar de quién era el auto y cuál era el domicilio del dueño. Así, el inspector pudo ubicar a la dueña del bolso y devolverle la tranquilidad; es que dentro mismo la jubilada guardaba 75 mil pesos que serían destinados a solventar su operación de cadera en un hospital de la ciudad de Bahía Blanca.

Grande fue la sorpresa del empleado municipal cuando la abuela casi llorando, le relató para qué era ese dinero. “En el bolso yo tengo $ 75 mil y documentos y ordenes que me dio el doctor para hacer unos estudios, porque tengo que operarme de la cadera”, relató.

“Ahí recién caí la plata que llevaba, yo no había abierto el bolso. Me di cuenta de la buena obra que hice y sentí un gran orgullo propio”, manifestó Mauricio, muy emocionado, por la situación que le tocó vivir.

Esta no es la primera vez que el joven agente municipal tiene un acto de honestidad tan destacado. Hace un par de años, en otro sector de la ciudad, Mauricio encontró al costado de una camioneta un maletín, conteniendo una notebook, planos de obra de gran importancia para el profesional y $ 85 mil, que también pudo devolver a un ingeniero que lo había dejado sin darse cuenta, al bajar de su vehículo.

“En la computadora y en los pendrive que encontraste, tengo planos de obra que si los perdía tengo que empezar a trabajar todo de cero nuevamente”, le dijo el ingeniero al momento de recuperar lo perdido.

Mauricio Cabrera, quien vive con sus hijas Divina (10) y Amparo (1) y su esposa Sofía, aclaró que nunca pide nada a cambio cuando devuelve algo que encuentra en la calle. “Sale de uno esa actitud”, rescató.

Por último, dejó un mensaje que debería ser un ejemplo: “el mejor premio para mí fue cuando fui al otro día a buscar a mi hija al colegio, la saludaban todos y ella me dijo ‘papá, qué grande que sos’. Y eso es el mejor premio para mí”. (ANDigital)