Lincoln: Intendente envuelto en escándalo por salvaje golpiza en Palacio Municipal

LINCOLN-BUENOS AIRES (ANDigital) Un escándalo salpica al intendente de Lincoln, Salvador Serenal, junto a uno de sus principales funcionarios y su chofer, después de que un hombre denunciara haber sido agredido físicamente en el interior del palacio municipal.

El pasado lunes, Juan Carlos Rano, de 33 años, radicó la denuncia penal en la Ayudantía Fiscal de Lincoln, y la causa caratulada “Juan Carlos Rano s/ Lesiones Leves”, quedó a cargo del fiscal del Departamento Judicial Junín, Ángel Colimedaglia.

Según relató Rano, se dirigió “a la Municipalidad de Lincoln porque quería ver a Serenal”. Cuando llegó, fue atendido por la secretaria, a quien definió como “la esposa de (Pablo) Carlini, el chofer del intendente, quien también estaba ahí”.

Mientras transcurría la espera, a su lado se encontraba otro hombre de apellido Sarco, quien también aguardaba para ser atendido por el intendente. “En un momento, ante la demora, Sarco le dice a la secretaria que le diga si lo iba a atender o no, ‘porque si no me atiende le voy a bajar la puerta’”, narró Rano.

Fue en ese instante que se desató el ataque. “Yo permanecía sentado observando y en eso salió este chofer, y sin tener yo nada que ver con lo que había dicho Sarco, que además concurrió por su cuenta, me empezó a pegar trompadas, lesionándome en la cara, el cuello y la espalda, y rompiéndome mis ropas hasta el extremo de empujarme por las escaleras, ya que se trata de un tercer piso”, comentó.

A la vez, agregó que gracias a que logró sujetarse, evitó lo que podría haber sido un desenlace fatal: “Menos mal que alcancé a agarrarme, porque si caigo de ahí, como era su intención, me mato”.

Sin embargo, la pesadilla de Rano no terminó allí. Acto seguido, según consta en la denuncia, “aparecieron un montón que me agarraban a mí y a él lo dejaban que me pegara; me dio muchas patadas, mientras todos me tenían para que me pegaran”.

“Entre ellos estaba (Oscar) Carrizo, el secretario de Seguridad”, aseguró el agredido, y dejó en claro que en ese sector hay cámaras. “Si no las borran, se debe ver todo”, advirtió.

Lejos de condenar la agresión, el jefe comunal irrumpió en escena para echar del lugar a Rano, legitimando y avalando el accionar de sus laderos. “En un momento salió Salvador (Serenal) y me gritó ‘andá, andá, siempre venís a hacer lío’”.

“Yo no hice ningún lío”, dijo que aseveró el denunciante, y reiteró que “solamente fui a hablar con él, porque me lo crucé en la calle y me había dicho que iba a dar una mano con el alquiler”. El informe médico posterior constató el traumatismo dorsal y las heridas en el cuello.

De inmediato, las redes sociales se hicieron eco del episodio, y el repudio hacia el alcalde linqueño y sus secuaces fue generalizado. (ANDigital)