sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº3682

Panorama Bonaerense | 11 ene 2015

Bitácoras bonaerenses

Las costas massistas se tiñeron de colorado

En un nuevo espacio político por habitar, Francisco De Narváez aterrizó en el Frente Renovador y como uno más de los anotados para la carrera por la Gobernación. “El Colorado” se reencuentra con viejos aliados que estaban enojados, mientras todos especulan con la llegada de Insaurralde al massismo.


La gran familia variopinta del Frente Renovador acaba de sumar un nuevo integrante a su espacio. Se trata, nada más y nada menos, que de Francisco De Narváez, el multimillonario exdueño de Casa Tía, quien desde este fin de semana comulga ciegamente en el massismo. El “Colorado” llegó con una refrescada y terca insistencia dentro su carrera electoral: ser uno de los precandidatos a gobernador por la tropa que conduce Sergio Massa e intentar nuevamente poder lograr ese sueño de, al menos, ser un candidato competitivo. Una nueva oportunidad.

Lejos quedó aquel famoso y jocoso single que De Narváez mandó a hacer en las elecciones legislativas del 2013, donde apuntaba seguro de sí mismo: “Massismo es más de lo mismo, massismo es más kirchnerismo. Massismo es más de lo mismo, y nadie lo puede negar”. Así, también está sepultado en el pasado su pensamiento de que Massa era su “límite”. Los nuevos vientos del 2015 le trajeron al “Colorado” una nueva oportunidad para resetear sus viejas cavilaciones y poder reacomodarse nuevamente en un espacio que esté dispuesto a albergarlo. Ahora, algún asesor comunicacional denarvaísta sugirió hacerle una pequeña modificación al single para que se escuche así: “Massismo no es más de lo mismo, massismo no es kirchnerismo. Massismo no es más de lo mismo y nadie lo puede negar”. Su pedido fue rechazado y desde ambos espacios prefieren olvidar la alegórica publicidad política. Borrón y cuenta nueva.

Con las viejas rencillas del pasado totalmente resueltas, Sergio Massa y Francisco De Narváez plasmaron su acuerdo electoral. Cabe destacar que es un acuerdo electoral, dado que el camino político de los últimos años del “Colorado” ha demostrado que su incorporación a cualquier espacio político no apunta a una alianza a largo plazo, sino más bien a las coyunturas electorales. De todas formas, este fin de semana que pasó ambos dirigentes se mostraron muy contentos en el Centro de Operaciones de Tigre donde anunciaron el “inicio de una agenda de trabajo en conjunto con el eje en la seguridad”. “Para nosotros la posibilidad de que Francisco participe, sume, no es solamente una cuestión cuantitativa, es cualitativa”, aseguró el tigrense en declaraciones de prensa. Por su parte, De Narváez agradeció a “todos quienes integran el FR que tuvieron el coraje hace un par de años de plantear una construcción plural, de convocar a personas que podíamos pensar distinto, pero que tenemos un horizonte común, de construir una Argentina para todos, en el marco de la pluralidad”. El pase sellado.

Tal cual si fuese un jugador de fútbol que jugó en varios equipos por la compra de la totalidad o parte de su pase, De Narváez tiene el orgullo de haber participado en distintos y contrarios espacios políticos en las últimas elecciones. En las elecciones legislativas del 2009 confluyó junto a Mauricio Macri, Felipe Solá y su “alica, alicate” en Unión-Pro, espacio que le ganó esa contienda a una lista encabezada por Néstor Kirchner, Daniel Scioli y Sergio Massa. En las elecciones presidenciales del 2011, el “Colorado” decidió beber el poco néctar que quedaba de los radicales y plasmó una alianza electoral con la UCR, que llevó a Ricardo Alfonsín como candidato a presidente y a él como candidato a gobernador bonaerense. Ese año la suerte no estuvo de su lado y ni siquiera alcanzó los diez puntos. En las elecciones legislativas del 2013, en medio de desacuerdos con Macri que sí se encolumnó con Massa, De Narváez compitió casi en soledad con el espacio Unidos por la Libertad y el Trabajo, con algunos peronistas disidentes “decepcionados” con Scioli. Más allá de la oferta al mejor postor, De Narváez cuenta con la habilidad de haber asomado y tendido puentes con casi todos los actuales espacios políticos, salvo el kirchnerismo puro, porque en su momento, hasta tuvo un acuerdo con el sciolismo para acoplar algunos amigos dentro del gabinete bonaerense. El mercado de pases en la política.

Las vueltas de la vida llevaron a De Narváez a desembarcar en un espacio donde actualmente comulgan viejos aliados que con el tiempo se habían distanciado. Ahora, siendo parte del Frente Renovador, pudo reencontrarse con Solá y Mónica López, con quien en su momento las cosas no habían terminado del todo bien. Eso sí, tuvo que apuntar con severas críticas con otros exaliados y como nuevo massista expresó: “Scioli es el siga-siga, y Macri representa el ajuste brutal. Massa es el camino inteligente”. Así mismo, ahora, “El Colo” puede volver a mirar el mismo objetivo junto a miembros del bloque de diputados bonaerenses Unión Celeste y Blanco, donde había perdido influencia. Cabe recordar que el primer día de este año el mediático Mauricio D’Alessandro y Guillermo Britos sellaron su incorporación al Frente Renovador. El resto de los integrantes de esa bancada (Héctor Gay, Santiago Nardelli y Fernando Rozas) caminan rumbo al camino amarrillo y todo indica que se asentarán en el PRO. En el Senado, la única senadora que le reportaba, Nidia Moirano se rebeló tras saber el acuerdo Massa-De Narváez y anunció que desestima la posibilidad de alianza con los dirigentes del Frente Renovador en la 6ta Sección, de donde es oriunda y tiene armado político propio. La legisladora mantiene una fuerte disputa con el referente seccional de masssismo, Dámaso Larraburu, donde incluso hubo acusaciones judiciales. “No tenemos nada en común con quien maneja el massismo en Bahía ni con sus subordinados”, dijo tajante Moirano. El destino del llamado denarvaísmo.

El desembarco de De Narváez también alimenta la interna por la candidatura a la gobernación bonaerense que viven y sufren los massistas desde hace meses. “Quiero agradecer también particularmente a Mónica López, Felipe Solá, Gustavo Posse, Jesús Cariglino y Darío Giustozzi, con quienes me comuniqué en las últimas horas. Compartimos con ellos la vocación de gobernar la Provincia de Buenos Aires, este enorme desafío”, fueron las palabras del “Colorado” a sus competidores internos. Se sabe, una de las condiciones para el arribo del multimillonario empresario al massismo fue que sea parte de la lista de precandidatos que tiene Massa para la provincia de Buenos Aires. A diferencia de los descontentos y recelos con la posibilidad de la llegada de Martín Insaurralde, los anotados dentro de esa lista recibieron muy bien al nuevo competidor. Uno de ellos, Darío Giustozzi, el más quejoso sobre la posible llegada del lomense, dijo sobre la incorporación de De Narváez: “Es auspicioso que podamos sumar un diputado más al Frente Renovador. Durante todo el año pasado tuvimos idéntica posición en diferentes temas. Se opuso a la Ley de abastecimiento, coincidimos en defensa de la independencia de la Justicia. En cada caso hemos tenido coincidencias programáticas”. Palabras, que de manera indirecta son también destinadas al esposo de Jesica Cirio que en el poco tiempo que fue diputado nacional por el FpV, votó las leyes de las cuales se queja el exintendente de Almirante Brown. Halago con doble intencionalidad.

Otra que lo recibió con los brazos abiertos fue su exaliada, la legisladora Mónica López, quien había abandonado la barcaza denarvaísta en medio de una pelea con “El Colo”. “Bienvenido @denarvaez al FR, todos en las PASO por @SergioMassa presidente”, escribió en su cuenta de Twitter. “El FR nació como una fuerza amplia, superadora mirando lo que nos une y no lo que nos divide, Con una PASO amplia @SergioMassa es presidente”, agregó. Pero toda esta pompa de buenaventuras, tanto para Giustozzi, como para Mónica López, tiene un componente claro y concreto: allanarle el camino a Insaurralde o en todo caso marcarle la cancha antes de su arribo. En la nutrida lista de anotados para el Sillón de Dardo Rocha que ahora tiene el massismo, ninguno saca una ventaja considerable sobre el resto, incluyendo a De Narváez. Los temores recaen en que Insaurralde si tiene buenos porcentajes electorales de cara a cualquier interna y tranquilamente puede ser el ganador y consagrado candidato a gobernador de Massa. Los miedos latentes.

Ante la presión de los primeros anotados massistas para la carrera por la gobernación bonaerense, a finales del año pasado Massa decidió habilitar a cada uno su armado territorial para armar las listas y poder competir. Con De Narváez la lista sólo se agranda, pero se sigue careciendo de un competidor que pueda asegurarle a Massa la Provincia. Insaurralde apunta a llenar ese vacío, más allá de que las encuestas demuestran que su intención de voto baja cuando es medido dentro del Frente Renovador en comparación de cuando lo es dentro del Frente para la Victoria. Desde el bunker político del lomense ubicado en Puerto Madero aún sostienen que Insaurralde dará su definición en el mes de marzo y todo parece indicar que arribaría también a las costas massistas. La interrogante ahora cae en el riesgo de arribar a un espacio tan variado y con diversos actores políticos sin que eso afecte en gran medida el caudal de intención de voto que amasó gracias a ser el candidato del kirchnerismo en el 2013 y sus apariciones farandulescas.-

 

 

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