jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

Panorama Bonaerense | 4 sep 2016

Panorama político nacional

Todos los caminos conducen a un gran paro nacional

La multitudinaria Marcha Federal le siguió en objetivos y enorme convocatoria a la convocada por la CGT el último 29 de abril y abrió las puertas a un cese de actividades a realizarse una vez que el triunvirato de la central obrera que integran Acuña, Daer y Schmid, se decidan a dar cabida a las dos movilizaciones realizadas contra la política económica de la gestión Cambiemos que encabeza el presidente Macri.


Fue una convocatoria fenomenal. Espectacular. La Marcha Federal que organizaron las dos centrales obreras que aún no se asociaron a la CGT, las CTA que lideran Hugo Yasky y Pablo Micheli, y a la que se plegaron partidos de oposición y organizaciones sociales, movilizó miles y miles de voluntades a lo largo y ancho de todo el territorio nacional.

El presidente Mauricio Macri siguió las incidencias vía telefónica, porque se encuentra en China donde interviene en el marco de una nueva convocatoria por el G-20, pero el funcionario a cargo del ministerio de Trabajo, Jorge Triaca, minimizó los alcances del emprendimiento de ambas CTA y sin inmutarse dejó trascender que el Gobierno no se ha equivocado en sus políticas y que no hay motivos para un cambio de rumbo. Increíble, pero real.

Esa actitud de Triaca traerá aparejadas consecuencias no deseadas por la administración Cambiemos. Cuesta creerlo, pero los funcionarios del Ejecutivo hacen los mayores esfuerzos para que todas las centrales obreras se unan y el resultado no podrá ser otro que la confrontación y los portazos de un lado y otro del mostrador. Gobierno y representantes de los trabajadores.

En medio de los reclamos por la inflación que se comió buena parte de los salarios y la no aceptación de reapertura de paritarias por parte del gobierno, la fecha 16 de septiembre asoma como el Día “D” para la búsqueda de una solución al tarifazo por el gas que de manera absolutamente inconsulta aplicó el ministerio de Energía, a cargo del cuestionado empresario Juan José Aranguren.

Se parará el país. Las centrales obreras aseguraron que participarán con los trabajadores movilizados en todo el país; también, es obvio, habrá una monumental participación de las entidades defensoras de usuarios y consumidores pero no es todo. Porque en medio de este clásico que se viene, habrá novedades a raíz de idénticas presentaciones efectuadas por los usuarios y consumidores por el tarifazo con la luz; y luego irrumpirán los reclamos contra la suba de tarifas por el agua; y las pequeñas y medianas empresas nucleadas en distintas asociaciones ya fueron a la Justicia para no quedar afuera de los beneficios que pudieran arrojar los debates en audiencia pública.

Hay un semáforo rojo, el de la sociedad argentina que dice “basta de tarifazos, merma del poder adquisitivo y desborde inflacionario”. Pero Macri no lo ve. Ya juzgar por los dichos del ministro Triaca en pleno desarrollo de la movilización multitudinario en Plaza de Mayo, los funcionarios del Ejecutivo tienen orden de no ver, no escuchar y no hablar. Y si hablan, la directiva es “está todo bien, no hay por qué cambiar el rumbo.

Uno recuerda que así comenzó la debacle del gobierno de Fernando de la Rúa. Se incendiaba el país y el se exhibía por cadena nacional para resaltar que “es bueno dar buenas noticias”.

Ojalá, echando mano a la gran palabra que eligió siempre el fenomenal poeta uruguayo Eduardo Galeano, Dios quiera que la gestión Macri escuche los pronunciamientos del pueblo. No sea cosa que cuando quieran ver, oír y hablar sea tarde. Demasiado tarde... 

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