jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

Panorama Bonaerense | 9 mar 2020

Bitácoras bonaerenses

Kicillof abrió las sesiones ordinarias, pero el tablero legislativo sigue sin arrancar

El discurso del gobernador estuvo ausente de anuncios o proyectos para ser tratados en la Legislatura. Los diputados y senadores provinciales esperan la designación de los comisiones para formalizar sus actividades.


El pasado lunes 2 de marzo el gobernador Axel Kicillof brindó su discurso de Apertura de Sesiones Ordinarias frente a diputados, senadores, intendentes e invitados que lo escuchaban atentos, así como millones de bonaerenses que lo miraban por televisión y transmisiones online. La alocución del mandatario provincial fue muy larga, duró casi dos horas y, más allá de repetir el diagnóstico con el que encontró el terreno que le dejó María Eugenia Vidal, y de resaltar algunos programas de gobierno realizados en su joven gestión, como Escuelas a la Obra y Arriba PyMEs, estuvo ausente de anuncios de gestión para este año. El jefe de Estado provincial no anunció el envío de ningún proyecto a la Legislatura para su tratamiento y omitió (u olvidó) hablar de la problemática que siempre aqueja a los habitantes de la Provincia: la inseguridad. El discurso de Apertura.

Para la oposición, Kicillof les “dejó el plato servido” y por eso las críticas salieron sin demasiado esfuerzo. “Al Gobernador no le preocupa la seguridad de los bonaerenses”, “Kicillof no tiene un plan de gobierno”, “la Provincia está parada hace más de 80 días”, “no presentó un solo proyecto de gestión”, fueron algunas de la catarata de críticas que lanzaron desde Juntos por el Cambio y Cambio Federal en los días posteriores al lunes. Desde la tropa legislativa del Frente de Todos, que con cada día incrementa sus diferencias en cuanto a la relación con la Gobernación, el discurso de Axel también provocó “sorpresa”, justamente por la falta de mención a proyectos para su tratamiento. “Fue una gran cátedra de un profesor en la Facultad, pero esto era la Apertura de Sesiones”, dijo, sin filtro, un legislador que responde a los intendentes peronistas. Pero, oportunismos políticos afuera, las internas de la coalición de poder y las reales ausencias de propuestas por parte del gobernador, en el momento y lugar que precisamente sirve para trazar el plan de gobierno, deja un escenario incierto, con los motores exactamente iguales a como estuvo la Legislatura durante todo febrero: parada. Lo más destacable del trabajo en el último mes es la conformación de la Bicameral de Seguimiento de las Emergencias que el parlamento provincial le aprobó al mandatario a finales de diciembre del año pasado. El parate legislativo.

Dato para nada menor, la prórroga pedida por Kicillof hasta el 31 de marzo del Presupuesto 2019 que dejó Vidal detuvo prácticamente a toda la administración bonaerense, con sus correlatos en las Cámaras de Senadores y Diputados. No sólo en las proyecciones que se puedan tener para este tercer mes del año, sino en lo político. A esta altura del 2020 aún no se definieron las distintas comisiones que tienen que encabezar e integrar los diputados y senadores de la Provincia. La Legislatura no está funcionando como debería: no hay becas ni subsidios con que los legisladores cuentan para ayudar a distintas personas en sus distritos. Más allá de lo administrativo, el parlamento parece no contar con el envión del Ejecutivo para comenzar a funcionar políticamente. No sólo la inexistencia de proyectos y anuncios de Kicillof en la Apertura de Sesiones, sino que el escenario político también influye para que el kicillofismo evite cualquier pulseada con Juntos por el Cambio en la Legislatura, principalmente en el Senado, donde la oposición es mayoría con 26 bancas, contra las 20 del Frente de Todos. El tablero adverso.

El resultado del tratamiento de la Ley Impositiva 2020 durante enero dejó un sabor más que amargo en Kicillof y su mesa chica. Con sus internas calientes y Vidal de vacaciones junto a su novio, el periodista Enrique “Quique” Sacco, JxC hizo valer su mayoría, mostró los músculos y logró que el proyecto original enviado por el Ejecutivo fuera modificado para ser aprobado. El resultado: un empate con sabor a derrota que al gobernador no le gustó saborear. Sobre esa realidad es que en Calle 6 decidieron postergar para algo más adelante dos objetivos que son importantes para la administración. El primero, cubrir la vacante en la Suprema Corte Bonaerense, que dejó el fallecimiento del ministro decano Héctor Negri. El segundo, la remoción del nombramiento del Procurador General de la Provincia, Julio Conte Grand, que fue puesto en ese sillón por Vidal. Según pudo saber esta columna, en la Gobernación descartan cualquier movida en el corto plazo sobre esos dos escenarios ante el escenario desfavorable que tiene el oficialismo en el Senado –aunque el ministro de Justicia Julio Alak suena con fuerza para ocupar el sillón disponible en el máximo tribunal judicial bonaerense–. Cabe recordar que tanto para la designación de un puesto clave en el Tribunal Supremo, como para poner un nombre propio en la Procuración General, Kicillof necesita muchos más votos de los que hoy tiene el Frente de Todos. El despido de Conte Grand, dato no menor, fue preanunciado y hasta asegurado por varios ministros del gobernador. Por ahora, el Ejecutivo se tiene conformar con el pedido público de renuncia a Conte Grand, que hace oídos sordos en el funcionario de la exgobernadora. No ocurrió lo mismo, por ejemplo, con la designación del Tesorero General de la Provincia. Kicillof decidió saltear al Senado y nombrar por decreto a David René Jacoby, aunque de manera “interina”. Desde la oposición salieron al cruce y acusaron al Gobernadora de “tomar una decisión arbitraria que vulnera nuestra Constitución”. Complejidades legislativas.

Desde Calle 6 y el propio gobernador repiten una y otra vez que el destino de la provincia de Buenos Aires para este 2020 depende del proceso de reestructuración que ordenó Kicillof. El tema de la deuda pública heredada de Vidal es, sin dudas, un gran problema para el jefe de Estado y que dificulta cualquier proyección en el mediano plazo. Sin embargo, el tercer mes del año ya corre, la temporada de verano se terminó y el grueso de los bonaerenses retornan a la normalidad de sus labores cotidianas. Es en este mes y durante abril en que la población comienza a pedir a la administración de turno soluciones concretas a sus malestares. Del mismo modo, la clase política tiene que empezar a gestionar, a legislar y a buscar herramientas para comenzar a hacer andar una Provincia que necesita incentivo, planes y soluciones, desde lo micro hasta lo macro.

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