jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº3687

Panorama Nacional | 20 jul 2014

Panorama político nacional

Fuerte relación con China y Rusia cuando en política exterior se pelea contra los fondos “buitre”

Las visitas al país de Vladimir Putín y Xi Jinping con la firma de numerosos tratados de intercambio económico y para obras de infraestructura exhiben una Argentina pujante en cuanto a lo que se proyecta para el país aún en medio de temas polémicos como el procesamiento de Amado Boudou. Además, el gobierno argentino termina por inclinar la balanza definitivamente hacia la buena relación con los Brics en desmedro de la relación con los Estados Unidos que buenos dolores de cabeza genera a la región.


Las visitas al país del presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putín, y su par de la República Popular China Xi Jinping, que dejaron como saldo la firma de numerosos tratados de intercambio económico y para obras de infraestructura, exhiben una Argentina pujante en cuanto a lo que se proyecta para el país hacia adelante aún en medio de temas polémicos como el procesamiento del vicepresidente Amado Boudou y los flagelos de la inseguridad e inflación que hacen mella (y mucha) fronteras adentro de nuestro país.

Además, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner termina por inclinar la balanza definitivamente hacia el costado de la buena relación con los Brics (Rusia, China, Sudáfrica e India) en desmedro de la relación con los Estados Unidos que buenos dolores de cabeza genera a la región, sobre todo con la óptica que miran en el país del norte todo lo relacionado con el conflicto por las deudas con los fondos denominados “buitre”.

Tras la visita de Putín del último sábado, el nivel de los acuerdos sellados esta vez con el mandatario chino Jinping fue sencillamente espectacular y muchísimo más que auspicioso, porque tras reunirse este último viernes con CFK en la Casa Rosada, acaba de mantener una reunión en el Congreso Nacional con representantes de las cámaras de Diputados y Senadores, encabezados por Julián Domínguez y Amado Boudou, para solidificar los lazos bilaterales.

Pero en números, los acuerdos rubricados en todas las áreas superaron los 18.500 millones de dólares. De esta manera, Xi Jinping aseguró que su visita "abre nuevos horizontes" y puntualizó que su país está "dispuesto a hacer más esfuerzos para permitir el ingreso de más productos argentinos". De hecho, la totalidad de los trenes que empezaron a ponerse en funcionamiento desde el año pasado y los que aún faltan completar para culminar la renovación total en líneas como la del Ferrocarril Sarmiento, son de fabricación china.

En el Congreso, luego de firmar el libro de honor, el mandatario del país más poblado del planeta se trasladó al Salón Parodi donde tuvo lugar la reunión protocolar con Boudou y Domínguez, así como legisladores de distintos bloques. Luego se dirigieron al Salón Azul donde intercambiaron regalos.

Durante su discurso, Xi Jinping dijo que "la asociación estratégica (entre ambos países) es una oportunidad muy importante". "Sostuve una conversación muy fructífera con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y acordamos elevar las relaciones al nivel de asociación estratégica integral", agregó.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, afirmó que “la relación bilateral entre China y Argentina se encuentra en su mejor momento histórico”, a la vez que remarcó: “Creemos en la fortaleza de nuestra relación bilateral, que se profundizó en el año 2003, cuando los presidentes Néstor Kirchner y Hu Jintao elevaron nuestra cooperación al rango de socios estratégicos”.

Asimismo, el titular de la Cámara baja sostuvo que “este ciclo que se inicia servirá para construir un desarrollo compartido en producción y comercio de granos, porque estamos ante un nuevo orden internacional con nuevos actores, donde los productores y comercializadores argentinos quieren ser sujetos protagonistas”.

Participaron del encuentro los diputados Omar Perotti, Luis Basterra, Hermes Binner, Pablo Tonelli, José Ignacio De Mendiguren, Margarita Stolbizer, Gabriela Troiano y Julia Perié; y los senadores Ruperto Godoy, Rodolfo Urtubey, Pablo González y Carmen Crexell.

A su turno, el vicepresidente de la Nación aseguró que "las relaciones comerciales entre China y Argentina seguirán creciendo por el bien de nuestros pueblos" y apuntó: "Sepan que Argentina no es un simple comprador ni un socio comercial, sino un socio estratégico para trabajar juntos para tener un mundo más igualitario".

En suma, las inversiones chinas permitirán la construcción de dos represas hidroeléctricas en la provincia de Santa Cruz, la recuperación del ramal ferroviario Belgrano Cargas, un swap de monedas por 11.000 millones de dólares que fortalecerá las reservas argentinas y el emprendimiento de una cuarta central de energía nuclear.

Pero fue trascendente el compromiso de Xi Jimping toda vez que, además de los entendimientos en materia comercial, financiera, científica y cultural, manifestó su respaldo a la reestructuración de la deuda argentina, con todo lo que esta posición implica en medio de la feroz puja que libra el Estado argentino por el tema con los fondos “buitre”.

Tema del que ya no queremos decir nada más de lo que se señaló en los últimos panoramas: habrá análisis “pa la gilada”, harán que se pelean, emitirán uno y otro protagonista (los “buitre” y el gobierno de CFK) comunicados del tenor de mojadas de orejas, Jorge Milton Capitanich, seguirá en su trinchera anti “buitre” en las conferencias de prensa de cada jornada en la Casa Rosada, pero todos saben que es imposible efectuar pagos antes del 31 de diciembre y el juez Thomas Griesa sabe que su inclinación por los “chupasangre” choca y chocará, una y otra vez, con la imposibilidad de la Argentina de desafiar a las cláusulas Pari-Passu (PP) y RUFO.

Las visitas y acuerdos sellados con Putín y Jimping parecieran exhibir una Argentina ideal. Pero la política vernácula está salpicada de chicanas y dimes y diretes que, a un poco más de un año de las PASO del 2015, exhiben al oficialismo y la oposición en el Congreso con la peor de las relaciones. Es que los argentinos no tenemos paz y nos gusta autoflagelarnos.

Hay razones de sobra que justifican las reprobaciones por ambos lados. El Mundial de Fútbol Brasil 2014 se acabó con un dignísimo subcampeonato (que cerca estuvimos de la gloria LPM) y nos sorprendió este viernes la restitución del fiscal José María Campagnoli, repuesto en su cargo al frente de la fiscalía de Núñez-Saavedra.

Pero esta historia recién comienza, porque el juicio político en su contra se reanudará en las próximas semanas para resolver si el funcionario (cuyo abogado defensor es el ex camarista y legislador nacional radical Ricardo Gil Lavedra) incurrió en mal desempeño al presuntamente exceder los límites de una investigación sobre el empresario kirchnerista Lázaro Báez.

Ahora sí, ya sin la pelota de fulbo minando nuestros cerebros, volverá a discutirse sobre el procesamiento de Boudou una vez más y sobre la apelación de éste. Pero la función a cargo del Poder Ejecutivo que cumplió el vicepresidente los últimos martes y miércoles, cuando CFK asistió especialmente invitada a la Cumbre de los Brics en Brasil, volvió a marcar con claridad que la mandataria respalda a fondo al titular del Senado.

Terminó el Mundial, vuelve el “todos contra todos” y la exhibición de la peor de las conductas del oficialismo y sobre todo de una oposición que deberá de forma urgente definir qué hará con vista a las PASO y la elección presidencial del año próximo.

Por lo pronto, las visita de Putín y Jimping marcan que a la Argentina no le va tan mal como muchos señalan en los medios hegemónicos. Por el contrario., soplan vientos favorables a la economía nacional y no es viento de cola. Es que Rusia y China apuntalan el actual proceso económico de la Argentina y esto no es poco.-

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