viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3681

Panorama Nacional | 26 jul 2014

Panorama político nacional

Menos en la Argentina, todos en el mundo cuestionan a los fondos buitre

Es increíble, pero a los argentinos nos apasiona autoflagelarnos. Hay analistas económicos, periodistas y sus patrones (de los medios hegemónicos) que prepararon buen champagne para descorchar el 30 de julio cuando venza el plazo para que los bonistas del canje cobren el vencimiento de capital e intereses del discount. No habrá default porque Argentina depositó las sumas correspondientes en el Banco de Nueva York Mellon, pero el panorama es un tanto incierto porque no existen antecedentes respecto de este caso argentino.


Pasa en la Argentina. Es increíble, no hay forma de entender, comprender y explicarles a periodistas extranjeros la situación que vive el país a la espera del 30 de julio, día en que vencerá el plazo para que cobren los tenedores de bonos que acordaron con el Estado argentino. En el medio hay un juez (Thomas Griesa) que hasta ahora impide que el dinero llegue a manos de los bonistas. Es incomprensible, pero a los argentinos nos apasiona autoflagelarnos. Hay analistas económicos, periodistas y sus patrones (los dueños de los medios hegemónicos La Nación y el Grupo Clarín, más medios adláteres) que prepararon buen champagne para descorchar el próximo miércoles.

Todo pese a que no habrá default porque Argentina depositó los 539 millones de dólares en el Banco de Nueva York Mellon el pasado 26 de junio, y puso entre la espada y la pared a esa entidad bancaria por una insólita medida del juez Griesa.

Como nosotros ya hemos dicho todo cuanto teníamos para decir en los anteriores tres panoramas políticos nacionales, esta vez vamos a transcribir la posición de medios periodísticos insospechados de tener algún interés especial para fijar una opinión favorable a la Argentina. Como el diario The New York Times que tras el fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos y los titubeos del magistrado neoyorquino se ocupó de un tema que afecta a nuestro país pero podría llegar a afectar a un buen número de países por efecto cascada.

“El fallo de la corte de los Estados Unidos sobre el caso de Argentina con los fondos buitre pone a los inversores en una posición de ventaja y perjudica futuras reestructuraciones de deuda de otros países”, remarcó ese diario oportunamente.

La nota fue titulada "El fallo sobre Argentina pone a los inversores en posición de ventaja", y en la misma, se destacó que "la Corte Suprema de los Estados Unidos, ignorando las súplicas de gobiernos de numerosos países, entre ellos Estados Unidos, cambió completamente al mundo de la reestructuración de la deuda soberana".

"Al hacerlo, la Corte dañó el estatus de Nueva York como la capital financiera mundial. Hizo mucho más improbable que los países en problemas puedan reestructurar sus deudas. E incrementó el poder de los inversores -sobre todo pero no sólo de los ‘hedge fund’- para evitar reestructuraciones necesarias", agregó indica la nota publicada el jueves.

Según analizó la agencia oficial de noticias Télam en su momento, la publicación del matutino neoyorquino, dice que “el destino de la Argentina, o de sus acreedores, no es lo que hace a este caso importante, y quizás desastroso”, y en ese sentido relata cómo se negociaba antes del fallo con los bonistas y cómo será en adelante.

Sostiene que hasta ahora “los países en problemas negocian con sus acreedores para reestructurar las deudas y esa reestructuración puede involucrar una quita del monto adeudado, una rebaja de la tasa de interés o una extensión del vencimiento de deuda o una combinación de los tres".

En ese esquema, los bonistas “podían resistirse, pero enfrentaban el riesgo de que la reestructuración avanzara y aquellos que aceptaran cobrarían (parcialmente), mientras que los holdouts no obtenían nada”.

Era un “sistema informal que funcionaba razonablemente bien, que ha permitido a muchos gobiernos reestructurar sus bonos, a un costo más o menos razonable”.“Eso ahora cambió, al menos para los países con bonos bajo ley de Nueva York; la mano de los holdouts se ha fortalecido inmensamente”, agrega.

Según la nota, el gobierno de Estados Unidos dijo a tribunales inferiores que esto podría crear “grandes problemas”, ya que podría llevar a los países a tomar prestado bajo ley inglesa, en lugar de neoyorquina, y de ese modo disminuir el rol de esta ciudad como centro financiero del mundo. Eso, según el gobierno, podría tener “un efecto diametral en todo el rol sistémico del dólar estadounidense”.

También se manifestaron el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz y la CEPAL. Por su parte, en un informe enviado a la Corte Suprema, el economista advirtió: “Imposibilitados de reestructurar, los gobiernos que caigan en default estarían cerrados para siempre al mercado de capitales, con consecuentes efectos adversos en el desarrollo y las perspectivas de crecimiento económico”.

The New York Times se pregunta qué piensa la Suprema Corte de estos argumentos y concluye: “Evidentemente, no mucho. La Corte declinó escuchar la apelación de Argentina, o al menos pedir el punto de vista del gobierno de los Estados Unidos”.

Mientras que el secretario adjunto de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (CEPAL), Antonio Prado, dijo que la decisión del juez neoyorquino “constituye un precedente que puede obstaculizar otros procesos de reestructuración de deudas soberana”.

Prado, en su discurso ante el Consejo Suramericano de Finanzas, que sesionó en el Palacio San Martín esta última semana, sostuvo que es preciso “generar un mecanismo internacional para permitir la resolución de conflictos de intereses soberanos”.

“El de Argentina es un caso testigo para la comunidad internacional que pone de manifiesto un vacío legal y debe dar lugar a reformas que permitan proteger el bien común”, concluyó.

 

“Este fallo judicial es insólito e incumplible”

Ante el mismo Consejo Suramericano de Finanzas habló el ministro de Economía Axel Kicillof para recalcar enfáticamente que el fallo judicial de Thomas Griesa “es insólito e incumplible” y luego fundamentar: “Los bonistas del canje reclaman su dinero, los bancos están preguntando qué hacer, la caja compensadora Euroclear también está en una situación de desconcierto. Y Argentina reitera que quiere negociar como lo ha hecho siempre, que está dispuesta a pagar a todo el mundo, pero en condiciones equitativas, justas y legales. Sin violar la ley argentina ni la ley extranjera, y por sobre todo quiere hacerlo en base a una negociación plausible”.

Y dijo que el próximo 30 de julio “no va a pasar nada”, para alejar fantasmas tras las amenazas proferidas por los fondos buitre en solicitadas publicadas en medios nacionales que fogonean periodistas en nuestro país porque “quieren sembrar miedo sobre el día 30”.

 

Último pronunciamiento del NYT con duras críticas al juez Griesa

Este último jueves nos sorprendió con el desayuno, una vez más, el The New York Times, porque se sumó a las críticas al juez Thomas Griesa al afirmar en un duro artículo que durante la audiencia de esta semana el magistrado “dejó totalmente en claro” que “no terminó de entender las transacciones de bonos -de la Argentina- sobre las que decidió durante años”.

En una nota que publicó el mismo jueves el diario “La Mañana” de Córdoba (edición on- line), se destacó: Además, The New York Times sostuvo que, con su conducta del pasado martes, Griesa “difícilmente pudo inspirar confianza en el sistema legal estadounidense”.

Fue después de que se conoció la transcripción de la audiencia celebrada el martes último, donde Griesa tuvo dudas del alcance de sus decisiones, repreguntó hasta el cansancio la ruta de pago y las entidades involucradas, y se reservó de emitir opinión sobre el destino de los pagos realizados por la Argentina a los bonistas del canje, que quedaron en una especie de limbo legal.

“Thomas Poole Griesa es juez federal desde hace 42 años. Hace una década que lidia con el default de la deuda argentina. Recién ahora está aprendiendo Griesa lo complicada que puede ser la vida para un juez cuando busca controlar las acciones de un gobierno soberano y dicta resoluciones supuestamente obligatorias para aquellos que, en circunstancias normales, nunca estarían bajo jurisdicción de un tribunal estadounidense”, arranca el artículo.

El matutino sostiene que Griesa hizo referencia “a la posibilidad de un nuevo default de los bonos soberanos de la Argentina, algo que parece casi seguro que ocurra el próximo miércoles”, estima el periódico.

“Pero también pudo haber hecho referencia al proceso que desató con resoluciones que tenían un objetivo, forzar a la Argentina a cumplir con lo que una y otra vez denominó sus ‘obligaciones’, pero que no tuvieron en cuenta lo complejo de la situación”, lanzó.

Y concluyó que “la audiencia de esta semana dejó totalmente en claro que Griesa no terminó de entender las transacciones de bonos sobre las que decidió durante años”.

Asimismo, sostiene que Griesa “inventó una interpretación legal para obligar al cumplimiento de las sentencias. Sostuvo que la Argentina debía realizar, junto con el próximo pago semianual de intereses a los tenedores de los nuevos bonos, el pago total” a los fondos buitre y holdouts.

Pero aclaró que la resolución de esa sentencia sólo hacía referencia a los bonos en dólares bajo legislación neoyorquina. Ignoraba la existencia de otros bonos del canje. “¿Regía entonces la resolución sobre otros bonos del canje, incluyendo los emitidos bajo ley argentina? Un banco que procesara el pago de intereses de esos bonos, ¿tendría problemas con el juez?”, preguntó el Citibank ante el juez.

La respuesta llegó el 27 de junio de parte de Griesa, afirmando que “la entidad podía procesar el pago de intereses de esos bonos. No estaban cubiertos por su resolución”.

La audiencia de esta semana fue mayormente sobre el pedido de algunas entidades de modificar aquella resolución. Griesa sostuvo primero que no había que cambiar nada. “Desde un punto de vista práctico, de sentido común, ¿por qué nos tienen que arrastrar en esta?”, preguntó Griesa.

“Resulta que no sabía mucho sobre esos bonos de legislación argentina. Dijo que su resolución de junio suponía ‘una excepción más bien íntima’ a su fallo original y dijo al abogado de los fondos de inversión, Edward A. Friedman de Friedman Kaplan Seiler & Adelman: ‘Entiendo que los bonos de los que habla su moción no son parte del canje’”, cuando sí lo eran. Luego, cuando se le dijo que los bonos en cuestión eran bonos del canje, cambió de opinión.

El New York Times replica las palabras de Griesa: “Estando aquí sentado”, dijo, “me da la impresión de que, al ser bonos del canje, deben ser tratados como bonos del canje e incluidos con los otros bonos del canje dentro de la resolución del 23 de febrero”.

Griesa culminó diciendo que posponía su decisión. Por lo que el NYT sentenció que lo que sucedió el martes en dicha audiencia “no era teatro barato, pero difícilmente pudo inspirar confianza en el sistema legal estadounidense”.

Punto final para las transcripciones. Que venían a cuento de lo que pasa en el país. Los gobiernos de Francia, Rusia, China, Sudáfrica, India y Brasil (por el Grupo BRICS), Estados Unidos, la UNASUR, la CEPAL, el Grupo 77 más China, premios Nobel de economía, parlamentarios británicos y de la Argentina, y hasta el diario The New York Times, se manifestaron explícitamente contra los fondos buitre.

Pero en la Argentina, la semana cerró periodísticamente hablando con zócalos y portadas de diarios nacionales presagiando y anhelando suceda lo peor para nuestro país. Los sets de televisión se poblaron de analistas económicos y hasta resucitó de entre los muertos Domingo Felipe Cavallo (con perdón de la mención). Economistas que llevaron al país al desastre en los ‘90 salen a la cancha a explicar sus recetas salvadora.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner terminó la semana explicando que el país “no entrará en default porque se depositó el dinero para los bonistas del canje” y sugirió que “van a tener que inventar un nombre nuevo” para la situación que se creará si Thomas Griesa se emperra en impedir que el dinero depositado por el Estado argentino llegue a manos de los bonistas que entraron en los canjes. No hay antecedentes de un caso como el que se plantearía el miércoles.

Además, el juez neoyorquino falló que la Argentina pague a los buitre la totalidad de lo adeudado (1.300 millones de pesos) a sabiendas de que si la administración CFK cumple con esa decisión se disparará una reacción en cadena de los bonistas que no acordaron en 2005 y 2010 con reclamos de hasta 10 mil millones de dólares. Ni hablar de las presentaciones que podrían efectuar los que sí acordaron.

Además de lo perjudicial que sería, como ya lo señalamos en otros panoramas, pagar antes del 31 de diciembre de este año, para pasar por encima de las cláusulas Pari-Passu (PP) y RUFO, ya explicadas hasta el hartazgo cada domingo.

“El país no va a entrar en default” si persiste el actual estado de cosas. “En default se entra cuando no se paga y la Argentina pagó. Un deudor pagó, y alguien bloqueó y no deja llegar ese dinero, que es de terceros, a esos terceros”, fundamentó CFK para finalmente garantizar que no firmará “nada que comprometa el futuro de los argentinos”.-

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