viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3681

Panorama Nacional | 24 ago 2014

Panorama Político Nacional

Un Gobierno que no hace la plancha frente a una oposición que nunca termina por definir nada sobre nada

Cristina Fernández anunció una nueva reapertura del canje de deuda y un cambio de sede de cobro para los acreedores: en la Argentina. Además de generar sorpresa en los propios fondos buitre, lo hizo en el arco opositor y mediático local. La situación internacional es complicada, lo mismo que a nivel local, con la inflación galopante y la fogoneada inseguridad. Ante esto el gobierno no se queda quieto pero, ¿será suficiente?


El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner transita por una etapa de crisis económica para la que no le resulta fácil hallar soluciones, pero se las ingenia para anunciar semana tras semana medidas que bien pueden ser consideradas “parches” que hacen frente a la negativa coyuntura.

Pero no se queda quieto o impávido frente a la realidad. La mayor virtud del kirchnerismo es no hacer “la plancha” que caracterizó a la gestión Fernando De la Rúa y, sobre todo, no adoptar medidas en lo político, social y económico en la misma dirección que transitó el menemismo durante los años ‘90, y que llevaron al país al desastre.

El mayor dilema para la oposición es que nunca terminan por acertar qué hacer frente al sombrío panorama económico, sencillamente porque el Gobierno nacional siempre les gana de mano con anuncios en la materia, y los obligada a correr detrás de las noticias que generan los propios funcionarios del Poder Ejecutivo encabezado por CFK.

Entonces, como enfrente existe el agua y el aceite, cada vez que se conoce una iniciativa del oficialismo se habilitan tribunas de opinión que exhiben a legisladores, dirigentes y hasta funcionarios (en este caso del PRO) deambulando por sets televisivos y discutiendo sobre todos los males que aquejan al país y, lo que es peor, la mayor de las veces discuten sin saber de qué se trata.

Basta apelar al zapping y sobrevolar los distintos programas de opinión y debate para concluir que todo remite al segmento “Hablemos sin saber”, una parodia desopilante sobre la función de los panelistas en el programa Sin codificar, que conduce Diego Korol.

La oposición está en el horno. Para colmo de todos sus males, CFK y su ministro de Economía, Axel Kicillof, han trastocado los datos de la mayoría de las encuestadoras y lo que ayer eran porcentajes negativos, se transformaron hoy en números positivos en cuanto a imagen, en la medida que fueron dándose los hechos respecto del escenario de puja contra los denominados fondos buitre.

El último anuncio sobre el particular tomó a todo el arco opositor y al periodismo buitre local por sorpresa. Demoraron tres horas para emitir opinión sobre el canje de los bonos reestructurados por otros emitidos en el país, propuesta efectuada a los bonistas que acordaron con el Estado en 2005 y 2010 pero que también incluye a los buitres y al 7 y pico % restante que aguarda el desenlace del conflicto para después decidir qué hacer.

La situación más patética se registró dentro del Frente Renovador que lidera Sergio Massa. Ésta fuerza política cuenta en sus filas con Roberto Lavagna, quien fuera el primer ministro de Economía de Néstor Kirchner, junto a quien –sumado Domingo Nielsen– encabezó la primera negociación (2005) con los bonistas.

Hasta el jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, aprovechó la oportunidad y un par de horas antes de que se expidiera Massa sobre el tema, metió “púa”, agua para el molino K, al recordar que el extitular del Palacio de Hacienda ya se manifestó en reiteradas oportunidades en favor de la posición del Gobierno nacional.

Además de aconsejar al Gobierno que haga tiempo (¿habrá leído Lavagna los panoramas políticos domingueros de ANDigital?) y sugerir que “no hay que ser miedosos”, ante una pregunta respecto de si la Argentina está en default, respondió: “Depende. Los sectores serios de Estados Unidos dicen que estamos en un terreno desconocido. Es un terreno que internacionalmente no tiene precedente”.

Sergio Massa no sabe qué hacer frente a este conflicto. Eligió la estrategia de hacer tiempo que prefieren CFK y Lavagna. Por ello dijo que rechaza la posición del Gobierno y si bien prometió elaborar un proyecto propio, también aseveró que “hay que encontrar puntos de equilibrio con el resto de las fuerzas políticas, que nos permitan construir una política de Estado”. Esto es venta de humo, es ganar tiempo, tirar la pelota afuera. Humo y en bolsitas con buena presentación.

El resto de los vaivenes y perplejidades que genera la oposición los aporta la inefable Lilita Carrió quien acaba de volver a disparar a quemarropas contra toda la oposición al son de “Tontos, los domina el kirchnerismo”, dicho por ella justamente, que destruye todo lo que toca.

Pero no le falta razón a la líder de la Coalición Cívica. Porque con la Cadena Nacional por la que anunció esta nueva reapertura del canje de la deuda, CFK pateó el tablero y modificó todo el programa de actividades previstas en ambas cámaras en el Congreso Nacional, que se aprestaba a debatir, entre otros temas, las modificaciones a la Ley de Abastecimiento.

En el medio de toda la realidad política y las estrategias entre los k y los anti k, está la gente. La inflación galopante, la inseguridad que fogonean de manera absolutamente parcial los medios periodísticos desde la vereda de enfrente a la Administración K y las maniobras con el dólar oficial y el ilegal.

Para combatir la inseguridad, las novedades en los últimos días las generaron jefes comunales que adhieren a la iniciativa del Gobierno bonaerense de la Policía de Prevención Local. Acaba de hacerlo Gustavo Posse no sin antes proferir severas críticas a la gestión de Daniel Scioli porque no le suman policías a San Isidro: “Necesitamos ya más policías” porque “no hay manera de resolver la inseguridad sin más policías”.

Destacamos este ejemplo puntual porque es el primer cordón del Área Metropolitana en el que se registra la mayor cantidad de hechos delictivos y, más allá del fogoneo mediático irresponsable, la inseguridad nos preocupa a todos.

Asoman días con agenda cargada de debates y discusiones en el Senado y Diputados. La semana que viene intentaremos explicar qué pasó. Ojalá alguna vez la oposición presente un proyecto serio y responsable sobre cada uno de los temas que calientan el panorama político y económico para dejar de exhibirse en sets televisivos hacia donde van a jugar a “Hablemos sin saber”.

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