martes 16 de abril de 2024 - Edición Nº3678

Panorama Nacional | 31 ago 2014

Panorama político nacional

Una semana caliente

Esta última semana dejó como saldo saliente el estruendoso fracaso del paro ¿nacional? convocado por Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli, y la sensación que quedó impregnada en el aire viciado de la política de la confrontación por la confrontación misma: por la falta de sentido de la oportunidad los sindicalistas opositores entregaron “en bandeja” un rédito político al Gobierno nacional que ni el más acérrimo cristinista hubiera imaginado


En medio de la feroz discusión que depara semana a semana el no pago a los fondos buitre más una realidad económica enlodada por la inflación y la inseguridad, más un panorama económico mundial que no favorece expectativas hoy ni a mediano plazo –si hasta el precio de la soja juega en contra en esta crítica realidad- Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli erraron al vizcachazo y se enfrascaron en una medida de fuerza que es rechazada por una abrumadora mayoría de los argentinos.

De hecho, el matutino Página/12 remarca este domingo que seis de cada diez consultados por distintas encuestadoras se oponen a la realización de un paro nacional en este momento y sólo el 23% dice que no hubiera ido a trabajar. La gran mayoría opina que el paro fue convocado por motivos más políticos que sindicales, como “desgastar al Gobierno” y que el apoyo a la medida fue aún menor que en la huelga anterior.

Nosotros agregamos: ni hablar de lo que sucedió en el interior del país donde el paro virtualmente no existió. En el ámbito metropolitano la presión que ejerció el Gobierno sobre la Unión Tranviarios Automotor (UTA) terminó por pulverizar la protesta. Increíblemente, el líder de Camioneros y del Sindicato de Gastronómicos (sus afiliados desoyeron por completo la orden de parar restaurantes y bares), siguen envalentonados con la idea de organizar nuevas medidas de protestas de aquí a fin de año.

En lo que respecta a la contienda rumbo a las urnas 2015 Daniel Scioli y Sergio Massa acaban de protagonizar un primer round de una pelea de fondo que los tendrá como “pescadores” de un mismo segmento de votantes: la clase media. Esa “puta” clase media que se mueve exclusivamente según cómo marche la economía vernácula y que a la hora de emitir su voto lo ha hecho a favor de Scioli al que pese a la inflación y a la exagerada e irresponsable difusión de los hechos delictivos por parte de los canales de TV hasta ahora pareciera “no entrarle las balas” y ha conservado siempre un alto porcentaje de votos.

Habrá que ver como influirá de aquí a agosto del año próximo la figura de Massa en el tablero político. El actual diputado nacional y cacique de Tigre cuenta con amplio respaldo mediático pero comete un serio error al subestimar al electorado y no concurrir a los debates del Congreso Nacional: no existe en la Cámara baja. Todos sus movimientos los difunden los medios hegemónicos (La Nación, Clarín y adláteres) y eso puede representar un serio riesgo si se tiene en cuenta que Scioli cuenta con la ventaja del ejercicio de la gestión para la que no ahorra recursos en materia de difusión.

En el FAUnen sigue todo muy dividido. Elisa Carrió se encargó de dinamitar el terreno y andamiaje de una coalición en la que se nota y demasiado que existe mucha mezcla de agua y aceite. Lilita los apura a todos para que se decidan a conformar un frente con el macrismo, Mauricio Macri recorre el país para difundir sus ideas y juega el papel de desentendido del tema que tiene en vilo a Hermes Binner, Margarita Stolbizer, Ernesto Sanz, Julio César Cleto Cobos, Ricardo Alfonsín y Ricardo Colombi, el mandatario correntino que acaba de arengar a los correligionarios sobre la conveniencia de aliarse con el Jefe de Gobierno porteño.

Ricardo Alfonsín propinó duras críticas a Carrió pero Sanz negocia por encima y por debajo de la mesa mientras la Convención y el Comité Nacional no emiten una señal unívoca de unidad monolítica que exhibe un radicalismo que siempre da la nota por los tironeos entre sí con todo el daño que le asestan al centenario partido.

El socialismo y la UCR deberán ingeniárselas para no ser fagocitados por la interna del peronismo en las PASO de agosto de 2015. Una pelea de fondo en el peronismo que tuvo a Scioli como protagonista central este último sábado para aclarar, entre otras cuestiones, que “una cosa es gestionar 26 puertos y otra es administrar el Puerto de Frutos de Tigre”, en clara referencia al líder del Frente Renovador, Sergio Massa.

Fue en el Teatro Argentino de La Plata, donde estuvo acompañado del vicegobernador Gabriel Mariotto, Fernando Espinoza y Alberto Descalzo, entre otros dirigentes con peso específico en el Frente para la Victoria.

Desde el kirchnerismo salieron en las últimas horas a ventilar que están pergeñando distintas fórmulas a imponerle al actual Gobernador bonaerense: que Scioli-Urribarri, Scioli-Julián Domínguez o Scioli-Randazzo, mientras que en ANDigital señalamos un año atrás que tras haberle impuesto a Mariotto como su vice como prueba piloto para los comicios presidenciales del año que viene, esta vez estarían pensando en imponerle al ex motonauta al “chivo” Agustín Rossi como compañero de la fórmula presidencial.

Para la provincia deshojan margaritas: Randazzo-Diego Bossio, Fernando Espinoza-Bossio, Julián Domínguez-Bossio y/o Bossio–con alguno de ellos. Todas las alternativas parecieran confirmar que el titular de la ANSES va a tener un protagonismo de relevancia el año próximo. Pero son versiones. Echadas a rodar “en voz baja” por las usinas k.

Por último, en lo que respecta a la pelea contra los fondos buitre, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner anunció a mitad de esta última semana que el Grupo de los 77 + China promoverán que el martes 9 de septiembre la Asamblea General de la ONU vote la necesidad de redactar una convención sobre reestructuración de deudas soberanas.

De forma que la administración CFK no deja un solo día de generar nuevas estrategias para “hacer tiempo”, pinchar la pelota y que transcurran los días hasta el 31 de diciembre en que dejará de regir la cláusula RUFO por la que el Estado argentino no pagará un solo centavo de dólar a los fondos “buitre” hasta el 1ro de enero del 2015.

Y después de esa tampoco, piensan en el Ministerio de Economía a cargo de Axel Kicillof. Por ello el Congreso Nacional tiene en sus manos el proyecto de reapertura del canje de la deuda y la posibilidad –es optativo- de que los bonistas que acordaron con la Argentina en 2005 y 2010 puedan cobrar sus acreencias en Buenos Aires.

Esta semana habrá que estar expectantes de cuanto se debata en el Congreso. Habrá también que tomar nota para comprobar si Sergio Massa decide asistir a la Cámara baja para sentar las posiciones que difunden los medios periodísticos por la radio, los diarios y la tele. En una de esas se le da por ir a dar el debate en persona con sus pares de Diputados, mientras que en el FAUnen y Unen seguirán desojando la margarita pese a que, precisamente, Stolbizer nada quiere saber con un acuerdo con Mauricio Macri.

Lo que se dice, una semana caliente.-

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