viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº3660

Panorama Nacional | 22 ago 2015

Panorama Político Nacional

CFK pondrá los “tapones de punta” y Scioli la moderación acostumbrada, a la pesca de independientes e indecisos

Ésta será la fórmula camino a la elección presidencial del 25 de octubre. El primer ensayo se pudo ver este jueves, por medio de una extensa cadena nacional que exhibió a una mandataria sin bozal ni tapujos a la hora de criticar a Mauricio Macri y a María Eugenia Vidal (PRO), a quienes adosó a la dirigencia de la UCR.


El extenso discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de este último jueves pareció marcar la estrategia del Frente para la Victoria (FpV) de cara a la intensa actividad gubernamental y campaña proselitista que tendrá a Daniel Scioli y a la propia mandataria como protagonistas principales, camino a la primera vuelta de la elección presidencial.

El objetivo es definir todo el 25 de octubre y despejar toda posibilidad de ballotage, y las posturas de ambos será clara: CFK pondrá los “tapones de punta” y la gestión; y Scioli, la moderación acostumbrada, en busca de los denominados independientes e indecisos. El primer acto se pudo ver en esta primera intervención de la jefa de Estado tras 20 días de inactividad en la Casa Rosada, luego de verse afectada por un cuadro de laringitis, más allá de que habló con medios periodísticos luego de emitir su voto en Río Gallegos, en las PASO del último 9 de agosto.

A la Presidenta se le había cuestionado no haber hecho uso de la cadena nacional para referirse a las inundaciones y los damnificados de los últimos días. La respuesta fueron 2 horas y 50 minutos de discurso, divididos entre su mensaje al país (1 hora 20min) y su contacto con la militancia en tres patios internos de la Casa de Gobierno; en los que se destacaron respuestas virulentas a medios periodísticos hegemónicos y a la dirigencia opositora, convencida de que la “campaña sucia” que impulsan no es contra un candidato (Scioli), sino contra un proyecto político.

Al hablar sobre Mauricio Macri, CFK hizo anclaje en la amistad que unió a Scioli con el jefe de Gobierno de la Ciudad. Le aconsejó al mandatario bonaerense que no se sorprenda de la otra cara del alcalde porteño, que supuestamente descubrió en plena campaña presidencial. Y no dejó pasar la oportunidad de recordarles a los radicales –cuyo centenario partido, por obra y gracia de Ernesto Sanz, hoy va como furgón de cola del PRO– el rol de Macri, como empresario, en la desestabilización al expresidente Raúl Alfonsín.

Página 12 reseña en su edición de hoy: “No se trata de elegir entre los candidatos del Frente para la Victoria y el Arcángel San Gabriel –agregó la mandataria–. Del otro lado están los que tumbaron el gobierno de Alfonsín en los años 80”. También lo vinculó a quienes fueron “sobreseídos por la mayoría automática de la Corte Suprema por las importaciones de Sevel” y con “el escándalo de las cloacas en Morón, junto a Juan Carlos Rousselot”.

Y a la candidata a gobernadora bonaerense por el PRO, María Eugenia Vidal, la cuestionó cuando aludió a las obras hidráulicas que aún restan por hacer, “pero por favor, la obscenidad de disfrazarse de día de lluvia e ir al barrio a juntarse con los pobres, no”, clamó la Presidenta.

La novedad saliente de esta última actividad de la mandataria en Casa Rosada fue que ofició de anfitriona para presentar en el Salón Mujeres Latinoamericanas del Bicentenario y en los tres patios internos al candidato a presidente Daniel Scioli y su compañero de fórmula Carlos Zannini, quienes fueron aplaudidos y vitoreados por la militancia que como pocas veces antes entonaron a viva voz la marcha peronista.

La estrategia está bien pensada. CFK desafió y logró superar la teoría del “pato rengo” que normalmente tiene vigencia durante los últimos meses de gestión presidencial de mandatarios que dejan sus cargos y son presos de la indiferencia de la opinión pública, relegados a segundo término por la irrupción de la figura de un sucesor. Porque, para desesperación del stablishment y los medios periodísticos, la mandataria mantiene un altísimo porcentaje de buena imagen tras 12 años de gestión del kirchnerismo, y se exhibe en un imaginario “centro del ring” dispuesta a dar qué hablar hasta el último minuto de mandato, con el agregado de que cuenta con una mayoría absoluta en el Congreso con legisladores propios y adláteres dispuestos a aprobar cualquier iniciativa de relevancia que CFK programe presentar antes del 25 de octubre.

A la par que desesperan stablishment y “patria zocalera”, la oposición sigue sin rumbo y sobrevive como el pato criollo (“a cada paso una cagada”) porque, como si no hubiera bastado con que algunos porcentajes para el PRO tras las PASO marcaban una baja en un par de encuestas que –dicen– tenían en sus redacciones Clarín y Nación y no se atrevieron a publicarlas esta semana, la diputada nacional por el PRO, Laura Alonso, tuvo la torpe osadía de criticar posiciones del Papa Francisco, quien abogó porque impere el diálogo entre el Reino Unido de Gran Bretaña y la Argentina por la cuestión de la soberanía de las Islas Malvinas.

La díscola legisladora macrista terminó por enterrar aún más la imagen partidaria porque, previo a su reproche público y virtual al Papa, acababa de conocerse otro sondeo pero éste puertas adentro de su partido, ordenado por lugartenientes de Mauricio Macri días después de las PASO y en plena discusión por el fugaz viaje y regreso de Daniel Scioli a Europa en medio del diluvio, inundaciones y miles de damnificados en territorio bonaerense y, para sorpresa y estupor en el PRO, el resultado habría sido de una suba de cuatro puntos del mandatario provincial y un estancamiento del alcalde porteño.

Pero, alertados de que en un par de medios periodísticos (sobre todo televisivos) se había filtrado ese trabajo de campo “confidencialísimo”, las espadas del alcalde porteño alcanzaron a “dibujar” la planilla y vender que era cierto, creció Scioli “pero también Macri un par de puntos”, para disimular la mala novedad.

Por ello una vez que twitteó y dio su mal paso Laura Alonso, en el entorno del jefe de Gobierno porteño vociferaron “ah bueno… nos tapó el agua… pónganle un bozal a esa mujer…”. Mientras, como contrapartida, desde distintas organizaciones sociales se salió a respaldar la iniciativa de Francisco. Fue el caso puntual del Serpaj (Servicio, Paz y Justicia), desde donde el Premio Nobel de La Paz, Adolfo Pérez Esquivel salió a apoyar el gesto del Papa por Malvinas para proponerlo como candidato a obtener idéntica distinción que la que obtuvo él en 1980.

Habrá que recordar que, con posterioridad a las PASO, una evaluación y perspectiva de cara a la primera vuelta de octubre, los consultores Raúl Aragón (Consultora Raúl Aragón & Asociados) y Roberto Bacman (CEOP-Centro de Estudios de Opinión Pública) coincidieron en asegurar que con el 38,5 por ciento de los votos cabía esperar una superación del candidato del FpV y la posibilidad cierta de una merma del macrismo, habida cuenta de que ya en esta primera elección del 9 de agosto “Mauricio Macri perdió 10 puntos frente al crecimiento de UNA” (Bacman).

A juzgar por las caras largas que prevalecen en el PRO y los cada vez mayores rechazos que generan las distintas posiciones que ventila Mauricio Macri en el Círculo Rojo empresarial o con los periodistas, ante quienes varía en mostrarse neoliberal o travestido cual Néstor Carlos Macri (así lo caricaturiza Aníbal Fernández) es muy probable que el alcalde porteño descienda de cara al 25 de octubre a los porcentajes de Sergio Massa y José Manuel De la Sota de las recientes PASO y apenas acaricie el 20 por ciento.

Para esta baja o estancamiento del PRO y el Frente Renovador de Sergio Massa han contribuido de forma decisiva los medios hegemónicos y las torpes operaciones mediáticas; por ejemplo, de Periodismo para Todos (Jorge Lanata) en Canal 13, o la profusa información tergiversada de Clarín y La Nación; con denuncias que no perduran más de dos días en la opinión pública y terminan evaporándose por ser absolutamente inconsistentes o configurar, lisa y llanamente, una “venta de humo”.

Con el transcurso de los días y camino a la primera vuelta, si fueran a generarse nuevas operaciones infundadas o más proliferación y difusión de “pescado podrido” en el escenario mediático y político, esta errada estrategia terminará por consagrar un nuevo y categórico triunfo en las urnas del Frente para la Victoria, similar panorama que imperó en 2011, cuando dos meses antes de la elección presidencial de octubre, el “gran diario argentino” aseguraba en sus portadas que iba a haber balotaje. Sin embargo, CFK cosechó casi un 55 por ciento de los votos, con 40 puntos de diferencia sobre el FAP que encabezó Hermes Binner.

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