viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3681

Panorama Nacional | 28 may 2016

Panorama Político Nacional

Ahora, a apagar incendios

Retornaron los panoramas políticos nacionales a ANDigital, tras una pausa de un trimestre; Macri hizo este viernes importantes anuncios en beneficio de la clase pasiva pero, a manera de balance de casi seis meses de gestión presidencial, echamos mano a la definición que vertió Sergio Massa sobre el mandatario el pasado 1º de abril: “Entró al quirófano con una motosierra”. Es que lo primero que hicieron fue habilitar un fenomenal traspaso de recursos/ganancias a los sectores más poderosos de la economía; le sumaron el brutal aumento de tarifas en luz, gas y transporte, más una inflación que hizo trizas la capacidad de consumo de los sectores de menores ingresos, además de los 150 mil despedidos hasta el momento. Hoy por hoy, la clase media tambalea y el mandatario intenta poner parches a la par de los augurios de sus funcionarios, quienes esperan un segundo semestre de buenas noticias económicas para todos. Si ladra es un perro, y Macri es Macri…


Qué lo parió esta Argentina que no tiene paz. Condenada al éxito, según la visión del caudillo peronista devenido en filósofo argentino y contemporáneo Eduardo Duhalde. Quien suscribe estas líneas dejó de escribir los Panoramas Políticos Nacionales el pasado 19 de diciembre y esa letra rubricada bajo el título “Tiempos de sinceramientos” hizo las veces de presagio de lo que se vendría en cuanto a la economía y al giro ideológico que implicaba Mauricio Macri en la primera magistratura. Pasó todo lo que vaticinamos, y más. Muchísimo más. Sencillamente porque –insistimos– Macri es Macri y no hay lugar para algún desprevenido que quiera hacernos creer que se sorprendió por todas las medidas adoptadas por el Gobierno nacional a partir del 10 de diciembre de 2015.

Sobre todo, después de conocerse a los integrantes del Gabinete, con ministerios y secretarías encabezadas por la totalidad de voceros (CEOs) de las empresas de mayor renombre, con personajes de la calaña que representa el ex CEO de Shell, Juan José Aranguren, quien al reunirse con el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, argumentó respecto a la suba de tarifas que “tengo que cumplir con una planilla de Excel” (…).

Primero, nada más acertado para este análisis de la realidad social y política del país, y para describir la actual gestión presidencial, que la definición que vertió el líder del Frente Renovador Sergio Massa el pasado 1º de abril sobre el primer mandatario, tras conocerse el aumento de las tarifas de luz, agua y transportes: “Entraron al quirófano con una motosierra”, graficó en exalcalde de Tigre.

Es que lo primero que hizo Mauricio Macri al asumir la Presidencia de la Nación fue habilitar un fenomenal traspaso de recursos/ganancias a los sectores más poderosos de la economía, con quitas de retenciones al campo y la minería y la devaluación del peso; a esto le sumó el brutal y citado aumento de tarifas que, adosada a la inflación y a los hasta el momento 150.000 despedidos –40 mil del sector público y 110 mil del privado–, hizo trizas la capacidad de consumo de los sectores de menos ingresos y, hoy por hoy, hasta la clase media tambalea con un Presidente que intenta poner parches a tantas rajaduras que abrió el modelo neoliberal, a la par que sus funcionarios auguran un segundo semestre de buenas noticias económicas para todos. Hum… Si ladra es un perro, y Macri es Macri…

Por la vía de su jefe de Gabinete, Marcos Peña, y del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, más los dichos del propio jefe de Estado en actos públicos, el Gobierno se defiende con el argumento de “la herencia recibida tras 12 años de desastrosa administración kirchnerista” y por la adopción de numerosas medidas dirigidas a morigerar el impacto sobre los bolsillos de los beneficiarios de planes sociales y asalariados, con quienes quedó mucho más que a mitad de camino con la modificación aplicada al Impuesto a las Ganancias, pero sin tocar las escalas; y acaba de hacer este viernes, Mauricio Macri, anuncios muy importantes para la clase pasiva.

En efecto, el mandatario anunció en el Centro Cultural Julián Centeya, del barrio porteño de San Cristóbal –donde estuvo con jubilados de distintos centros y en compañía de varios funcionarios de la administración pública nacional–; el envío al Congreso de un proyecto de ley de ajuste de haberes para aquellos jubilados que iniciaron juicios contra el Estado, así como también otra iniciativa complementaria para que “los argentinos que no confiaron en el Estado” hagan “un sinceramiento fiscal y repatrien” los “miles de millones de dólares que tienen en el exterior”.

Según consigna el diario Página 12, Macri explicó que los fondos para pagarle a los jubilados que iniciaron un proceso judicial para mejorar sus haberes, “se tomarán del blanqueo de capitales y de los recursos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES”.

Con esto “se busca resolver todas las situaciones: la de aquellos que hoy no cobran lo que corresponde, que se ajusten los haberes y cobren el haber que les correspondía, estén o no en trámite judicial; que estos últimos, tengan o no sentencia firme, cobren su plata; y aquellos que se jubilen comiencen cobrando lo que les corresponde”, dijo Macri.

Hasta la propia tropa se reveló con las decisiones iniciales del Gobierno de Macri y la demora en reaccionar en favor de los que menos tienen. Elisa Carrió y la diva televisiva Mirtha Legrand oficiaron de sirenas de alarma para el primer mandatario. Bien se pudo haber hecho todo al revés. Primero, aguardar la finalización de las paritarias, además de tender algún dique de contención para los beneficiarios de planes sociales y, de forma moderada, ir aplicando el sinceramiento que, según el macrismo, era inevitable. Pero el neoliberalismo nunca piensa en esta dirección; entonces, como señaló Massa, Macri entró al quirófano con una motosierra y hoy braman de bronca los pobres y una clase media al borde del Knock-Out; y clubes de barrio, empresarios teatrales, todos más los referentes del teatro independiente, gobernadores e intendentes, y sigue la larga lista de damnificados.

En Cambiemos la UCR acompaña. No se escuchan reproches públicamente pero en los pasillos del Comité Nacional y del Provincia se miran como azorados como recriminándose “ché, no decimos nada…”. Salvo Ricardo Alfonsín, quien hizo un llamado de atención porque Mauricio Macri no consultó al radicalismo cuando decidió vetar la Ley Antidespidos, no se escuchan reproches en los medios periodísticos. Puertas adentro de los comités sí, existe la sensación de que el Gobierno nacional va siempre detrás de los acontecimientos, con espoleta de retardo.

Habrá que aguardar qué vaya a pasar a partir del 1º de julio venidero y en todo el segundo semestre, en el que habría un reacomodamiento de la situación socioeconómica de los argentinos, según vaticinó numerosas veces el ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay.

Si  persiste el descontento, desde el peronismo y las centrales obreras unificadas advierten que estarán expectantes para exigir cambios de rumbo; y en el radicalismo deberán evaluar qué hacer de cara a un año (2017) de elecciones legislativas.

Si hasta desde la Santa Sede llegan señales de desaprobación. Este viernes el Papa Francisco recibió ni más ni menos que a Hebe de Bonafini, titular de Madres de Plaza de Mayo: “Me dijo que está triste y que esto le hace acordar al '55”, referenció Hebe sobre el Sumo Pontífice.

Y destacó: “Vine a contarle la situación (que se vive en la Argentina) para que nos dé una mano”; “le dije que nos habíamos equivocado con él como nos equivocamos con Néstor (Kirchner), hay que pedir perdón cuando uno se equivoca y las Madres lo hacemos”, sostuvo la titular de Madres de Plaza de Mayo, quien también aclaró que fue “una entrevista extraordinaria, sin apuro, hablando de todo lo que pasa en el país”; “le dije que teníamos mucho miedo a la violencia institucional”, y dijo que vio “preocupado” al Papa.

Qué lo parió Hebe con el Papa. Argentina año verde. Es todo un signo de cuánto transcurre en la Argentina, en una etapa en la que los medios de comunicación se quejan de la grieta pero la alientan a rabiar en cada programa televisivo de debate político. No tenemos remedio. En materia de decisiones políticas, y sobre todo económicas, esto es lo más parecido a la década del '90. Nos gusta autoflagelarnos. No tenemos ni remedio ni paz.

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