sábado 20 de abril de 2024 - Edición Nº3682

Policiales y Judiciales | 24 may 2014

Además denunció amenazas

Cuádruple crimen: Un testigo presencial puso en jaque al remisero

Este viernes se desarrolló la décimo segunda audiencia que ventila el caso de femicidio ocurrido en noviembre de 2001 en el barrio platense de La Loma. Lo más saliente fue la declaración del testigo José Fabián Lencina, quien dio una versión diferente a la del remisero Marcelo Tagliaferro. También declaró Catalina Céspedes, la mujer que relató haber presenciando una conversación entre dos personas en que una dijo haber presenciado la matanza. El lunes habrá nuevos testimonios.


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) Este viernes se realizó una nueva audiencia por el juicio oral que se sigue a raíz del caso conocido como cuádruple crimen de La Loma, ocurrido entre el 26 y el 27 de noviembre de 2011, que tuvo al testigo José Fabián Lencina como primer declarante, quien llegó a la sala de audiencias por medio de la fuerza pública: “Me presenté el 16 de mayo tal y como había notificado y me dijeron que no precisaban mi declaración ese día y que me iban a llamar”, contó.

Lencina se sorprendió debido a que en las primeras horas de la mañana de este mismo viernes un patrullero fue hasta su domicilio y personal policial lo obligó a presentarse para declarar. Estuvo en la comisaría tercera de Los hornos durante dos horas: “No me dejaron ni siquiera bañarme, mucho menos desayunar”, relató luego. Cabe destacar que el fiscal Álvaro Garganta aseguró este jueves que este testigo fue notificado personalmente, aunque éste lo niega, lo que motivó que el Tribunal Oral y Criminal III –compuesto por Ernesto Domenech, Andrés Vitali y Santiago Paolini– se disculpara con él por la situación.


“No quiero ser el próximo Julio López”

Esa fue la frase que manifestó este testigo en la audiencia: Fabián Lencina se sentó frente al Tribunal y desandó un relato detallado de las veces que fue amenazado. Entregó copias de las denuncias que rubricó en la mencionada comisaría tercera, una de las cuales da cuenta de que autores ignorados abrieron la llave de gas de su domicilio en lo que resultó ser una clara muestra de intimidación.

Agregó que en una ocasión una persona se presentó ante él: “Tenía un casco y estaba en una moto”, dijo, y refirió que le habría dicho que fuera a declarar pero que al llegar al edificio del Fuero Penal se olvidase de todo lo que sabía.

Otra de las situaciones descriptas por Lencina da cuenta de que Daniel Galle, padre de Micaela, la niña de 22 años de edad asesinada, se contactó con él para invitarlo a las marchas en busca de Justicia: “Yo le dije que prefería mantenerme imparcial, con una posición neutral y nunca me reuní”.

Una de las partes le consultó si en alguna ocasión se sintió intimidado y el testigo dijo que “sí”. Relató que estando en un bar notó la presencia de Galle, quien se encontraba acompañado por otra persona. Lencina explicó que se sintió observado e incómodo y que decidió irse porque no estaba tranquilo.

En medio de su declaración también cuestionó que el identikit que se labró meses después de la masacre “resulta ser muy parecido a mí”, con mezcla de ironía y miedo. El dibujo fue aportado luego del relato que la testigo Catalina Céspedes brindó durante la instrucción entre los meses de enero y mayo de 2012. Durante ese período no se podía dar con el paradero del dueño del ADN hallado en las armas homicidas y en las uñas de dos de las víctimas (hasta ese momento conocido como NN1).

Con respecto a lo que vio la noche de los crímenes, Lencina contó que durante la medianoche del 26 de noviembre circulaba con su camioneta F-100 por la calle 28, entre 41 y 42. Que allí divisó un automóvil Corsa II que estaba estacionado frente al departamento en donde sucedieron los asesinatos: “Vi a un hombre que desde el interior del auto hablaba con otra persona apostada en la vereda”, relató. El abogado Julio Beley, quien defiende a Osvaldo ‘Karateca’ Martínez, le pidió a su cliente que se pusiera de pie en la sala para que el declarante señalase si la persona que vio esa noche se parecía al estudiante de Ingeniería. Lencina contestó que “no”, y que la persona que vio en la vereda era “morruda y morocha, con pelo corto y se le veían los brazos”. Además, dijo que escuchó el grito de una chica y que el conductor del Corsa se volteó para hablar con su pasajera: “De la mano de enfrente vi un automóvil de color negro. Había dos personas que bajaron de ese vehículo y no vi si bajó el conductor”, agregó.

También señaló que los rasgos eran coincidentes con los de Daniel Galle, aunque sembró dudas sobre este punto porque “no puedo confirmar fehacientemente que se trataba de él”, según él mismo dijo.

El testigo relató que pasó por el lugar debido a que estaba perdido. Lencina es sonidista y DJ, y esa noche se dirigía a una fiesta: “Sentí que era mi deber declarar lo que vi, porque supe que se buscaron las cámaras de seguridad y luego de asesorarme con abogados entendí que podían involucrarme en esto si no declaraba”.

Otro de los datos apuntó al automóvil que vio estacionado esa noche y en marcha. Lencina relató que por los faroles de luz que tenía el vehículo se trataba de un automóvil Corsa II, siendo éste un elemento que choca contra la versión aportada por Marcelo Tagliaferro, ya que el remisero que llevó a Marisol Pereyra hacia allí contó que lo hizo en un automóvil Corsa I.

Lencina quedó a disposición del Tribunal para que acuda a la inspección ocular que se realizará con fecha a definir en las afueras del lugar de los hechos. Además, fue incorporado al programa de Protección de Testigos.

Por su parte, al prestar declaración testimonial ante el Tribunal, Catalina Céspedes reiteró que en un supermercado vio cómo dos personas de sexo masculino hablaban sobre la masacre de La Loma y uno de ellos había estado en el lugar. Cuando se le mostró el identikit que se elaboró, dijo que no coincidía con la persona que ella vio.

Cabe señalar que los rastros de ADN encontrados en el departamento de Susana de Barttolé se corresponden con Javier ‘Hiena’ Quiroga, detenido el 2 de mayo de 2012 luego de un cotejo pericial de muestras.

El lunes deberá prestar declaración testimonial Carlos Daniel Videla, un amigo de Quiroga que fue sindicado como partícipe en la masacre por un compañero de prisión del albañil. Fue en la causa por falso testimonio que la fiscal Ana Medina instruyó contra el remisero Marcelo Tagliaferro. En ese expediente el detenido Oscar Peña Devito (quien deberá declarar el 9 de junio) contó que su compañero de celda se quebró y confesó cómo fueron los asesinatos, desvinculando a Osvaldo Martínez.

Videla debió prestar declaración este viernes, pero no se presentó y será llevado por la fuerza pública. (ANDigital)

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