jueves 28 de marzo de 2024 - Edición Nº3659

Policiales y Judiciales | 19 dic 2016

Abuso de menores

La Plata, ciudad sitiada por causas de pedofilia: Docentes y curas en la mira

Los dos sacerdotes que están detenidos en Mendoza pasaron por la capital bonaerense. De hecho, uno de ellos fue trasladado en febrero de este año a la provincia cuyana. Se suma el caso del padre Héctor Ricardo Giménez, mientras que los casos de los docentes Lucas Puig y Marcos Ledesma también resuenan en el fuero penal platense. Hay quienes hablan de la existencia de una red de pedofilia. Criticas al silencio del Arzobispado y misivas al Papa Francisco sin respuesta.  


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) La detención en Mendoza de Horacio Corbacho y Nicolás Corradi rebotó fuerte en la ciudad de La Plata, a punto tal que un hombre de 41 años denunció tras 28 años que fue abusado por uno de los sacerdotes mencionados.

En tanto, el silencio del Arzobispado de la capital bonaerense asusta, ya que no es la primera vez que un cura esté sindicado en la Justicia con semejante acusación. A continuación, el repaso de los casos más resonantes:

 

Abusadores de La Plata a Mendoza

Los dos detenidos que cumplían funciones en el instituto para niños hipoacúsicos Antonio Provolo de Mendoza, Horacio Corbacho y Nicolás Bruno Corradi, pasaron por la ciudad de La Plata. De hecho, Corradi (62) aún figura en el padrón electoral con domicilio en la capital bonaerense y llegó a la provincia de Mendoza en febrero de 2016, luego de pasar más de seis años en el Colegio Nuestra Señora de La Merced de calle 26 entre 41 y 42, en el barrio platense de La Loma, institución en donde también estaba con menores de edad.

Enterado de la detención de los dos sacerdotes, Daniel Sgardelis, quien hoy vive en Salta, se animó a denunciar que durante los años 1982 a 1991 en La Plata estuvo alojado en el Instituto Antonio Provolo de calle 47 esquina 25 con ambos curas.

“Fue la peor época de mi vida sufrí todo tipo de abusos, desde sexuales hasta malos tratos. Me pasaron muchas cosas feas, nadie denunció lo que pasaba y todo se terminó tapando. La escuela de La Plata enseñaba a hablar y aprender, los curas trabajaban en la administración y dirección. No nos llamaban la atención, directamente nos pegaban en todo el cuerpo, los dormitorios se compartían entre chicos y en esos sitios se perpetraron los abusos sexuales contra mí y contra otros compañeros”, relató.

A partir de esta nueva denuncia que se radicó en Tartagal, el fiscal platense de la Fiscalía 4 Fernando Cartasegna llamó a Daniel Sgardelis a declarar, ya que abrió una investigación contra Corbacho y Corradi por su desempeño en La Plata.

Según pudo saber ANDigital, el fiscal ya envió varios oficios judiciales y entre ellos solicitó que el Instituto Provolo informe los nombres de los niños que asistieron como residentes, en tránsito o ambulatorios, mientras los dos imputados se encontraban alojados.

Hoy ambos sacerdotes están detenidos en la unidad penal de Boulogne Sur Mer (Mendoza), acusados de abusar a más de 12 menores entre ellos niños sordomudos que estaban a su cargo en Luján de Cuyo.

Cabe consignar que la Dirección General de Escuelas intervino el establecimiento y aún no se sabe si el año próximo reabrirá sus puertas. La justicia aún busca pruebas para robustecer la acusación contra ambos.

 

El padre Giménez, libre y en actividad

“Aplaudo, festejo, que al fin esas almas encuentren en la iglesia un representante que denuncia el ultraje, pero debo admitir que aún lleva sobre sus hombros un peso que le doblega las rodillas y hace sudar su frente y, con ello, nos doblega a todos, nos lacera a todos los cristianos que creemos en usted. Me refiero a los actos de pornografía y pedofilia que sistemáticamente encubre el Arzobispado de la Ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires en su país natal”.

Este es un fragmento de una carta enviada al Papa Francisco por María Eugenia (hoy mayor de edad) quien al pie de la misma le explica al Sumo Pontífice que fue abusada en forma sistemática por el sacerdote Héctor Ricardo Giménez, con denuncias desde 1960, y desde hace un año fue trasladado desde su domicilio de Los Hornos en calle 68 al numeral 2958 hasta el Asilo Marín, ubicado en calle 60 entre 14 y 15.

Julieta Alejandra Añazco tiene hoy 44 años y también cuenta que fue abusada por el mismo sacerdote, radicó una denuncia penal por hechos cometidos contra un grupo de niños y niñas (entre los cuales estaba ella) en uno de los tantos campamentos que organizaba la iglesia Sagrado Corazón de Jesús de Gonnet.

Por esta denuncia se dio origen a las causas: N 93.515/85 “C. c/Giménez p/abuso deshonesto y a la N 54813/96 Merlo c/Giménez con misma carátula. Estas investigaciones le valieron el pedido de prisión preventiva y de arresto al acusado. Pese a esto, en 1997 se le concedió la excarcelación de modo extraordinario y bajo caución juratoria. Al pie del expediente firmaron los jueces Raúl Delbés y Horacio Piombo.

En 2013 Giménez fue filmado en la iglesia del Hospital San Juan de Dios en donde se lo ve tranquilo en medio de un escrache en su contra donde un grupo de mujeres (entre ellas Julieta) lo llaman “pedófilo y abusador”.

Julieta mantuvo su acusación y la Justicia archivó en primera instancia en el año 2013 su pedido de detención, juicio y condena para Giménez. Pese a eso logró que en 2016 el fiscal General de La Plata, Héctor Vogliolo, ordene el desarchivo del caso que fue girado de la fiscalía 6 a la 3 que tiene a Marcelo Martini a cargo.

Por estos días, la denunciante mantiene sus esperanzas, con misiva al Papa de por medio, de que el sacerdote sea condenado. Vale mencionar que ella se sometió a pericias psicológicas y psiquiátricas que corroboraron que está apta para sostener una acusación semejante, al mismo tiempo el interno del Asilo Marín pasa sus días colaborando con la parroquia que existe en el lugar, asistiendo en misas y ceremonias religiosas.

Por último, Añazco elaboró una planilla en donde detalla al menos 61 casos en los que se denunciaron abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes. 10 de esos informes fueron expuestos en Washington D.C Estados Unidos en la sede de SNAP-Survivors Network Of Those Abused By Priest cuyas siglas en español quieren decir “Red de sobrevivientes abusados por sacerdotes”- (http://www.snapnetwork.org).

 

Puig y Ledesma

Ambos profesores comparten en La Plata su pasión por la música y se desempeñaron como docentes hasta que fueron denunciados por abusos sexuales a menores de edad.

El caso de Lucas Puig se inició con un expediente judicial con orígenes en el año 2010. El profesor daba sus clases en el colegio religioso San Benjamín de Los Hornos ubicado en 140 y 52 de Los Hornos. La investigación judicial fue llevada a cabo por la fiscal Virginia Bravo, quien sostuvo la acusación hasta elevar la causa a juicio.

Tras idas y vueltas, el expediente finalmente pasó a una sala de audiencias y en 2015 se realizó el debate oral y público.

Los jueces Jorge Moya Panisello y Andrés Vitali resolvieron en conjunto que los acusadores no pudieron probar en tiempo y espacio los abusos y que por el principio de congruencia debían pronunciar un veredicto absolutorio para el docente. A contramano de esta decisión, la jueza Rosa Carmen Palacios Arias votó en disidencia a sus colegas y adjuntando las cámaras Gesell realizadas a los menores en las etapas de instrucción y juicio le atribuyó a Puig la autoría responsable de los abusos a los menores E V y B F.

Así, luego del voto de la mayoría, el profesor se fue a su casa tras el veredicto.

De todos modos, semanas atrás, los jueces de Casación en su sala V Jorge Celesia y Martin Ordoqui anularon el juicio y el veredicto y ordenaron que se realice un nuevo debate.

Anularon todo, menos la prueba incorporada, pero ¿puede una persona ser juzgada dos veces por un mismo hecho? El código dice que no se puede y que de hacerlo se violarían las garantías del imputado. La justicia no se pone de acuerdo ni en la cuestión de hecho ni en la de derecho. Las opiniones y las miradas en torno a este caso son divididas.

A esto se le suma el descargo del mismo acusado quien se apoyó en el voto que el camarista Sergio Almeida de la Sala II de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata emitió antes del juicio. El magistrado desestimó la posición de la fiscal y entre otras cosas adujo que el relato de los menores estaba viciado por lenguaje adulto, marcó imprecisiones en sus testimonios y esto enojó a los padres de los niños.

Como la justicia penal platense no puede ponerse de acuerdo y resolver un tema tan delicado, por cada día que pasa se robustecen más las versiones de inocencia pero también las de culpabilidad y tanto los que atacan a Puig sindicándolo como abusador como los que lo defienden como inocente, vierten sus argumentos en las redes y con públicos pedidos de justicia.

Por ahora, el Estado, fue incompetente ya que no pudo dar una respuesta certera, objetiva y concisa al caso, mucho menos unánime. Para ilustrar esto hay algunas dudas que quedan boyando: 1- ¿Los abusos existieron?; 2- En caso de que así haya sido, ¿fueron en 2009 o en 2010? A más de seis años del inicio de la causa ninguna de estas dos preguntas ha podido ser resuelta por funcionarios judiciales de manera objetiva y el caso sigue su curso con aguas divididas.

En el fragor de la batalla están los padres de los dos menores y María Cecilia de León es una de las madres que pide el arresto de Lucas Puig y una condena cuando ya pasaron más de seis años de la denuncia inicial. Su hija le escribió una carta al Papa en donde le cuenta entre otras cosas que fue abusada por su profesor de música. Desde el Vaticano, a pesar de que recibieron, la misiva nadie contestó.

Hoy la niña tiene 11 años: “su cuerpo reacciona. Tiene un crecimiento acelerado iniciado a partir de los 4 años, posee alta la insulina, sobrepeso. No puede dormir con la luz apagada. No va a baños extraños. Retiene esfínteres. Tiene baja autoestima. Posee ataques de pánico en especial cuando nos cruzamos desafortunadamente con el imputado, recuerdo una vez que se orinó al verlo, estábamos en la calle, después de este episodio ella no quiso ir al colegio por una semana”, le cuenta Cecilia a este medio mientras espera que su hija salga del médico.


Jardín 914

Distinto es el caso de Marcos Ledesma, conocido de Lucas Puig ya que compartieron la murga “Prometea” y ambos son docentes de música. Marcos pasa sus días detenido en su casa con una tobillera, monitoreado por el Servicio Penitenciario bonaerense. En septiembre de 2013 un grupo de padres inició una serie de denuncias en su contra que desencadenó una investigación judicial que lo mantiene privado de su libertad a la espera del juicio.

El fiscal Álvaro Garganta entiende que cumpliendo funciones en el jardín 914 del barrio La Loma ubicado en 22 y 42 abusó de al menos 12 niños. La jueza de Garantías Marcela Garmendia reduce los casos a 11.

En tanto, los padres que lo acusan dieron a conocer a ANDigital dibujos de los niños que muestran la veracidad de los abusos en el interior del jardín: “las cámaras Gesell dan positivas, hay peritos que acreditan los hechos denunciados y para colmo Ledesma estuvo percibiendo un sueldo de caso 25 mil pesos como educador aun estando detenido, estafando así a todos los bonaerenses durante más de 10 meses”, contó una de las madres.

Por este último hecho la fiscal Virginia Bravo investiga al imputado por “administración fraudulenta” y en este escenario podría perder la prisión domiciliaria y volver a una unidad penal, siendo este el marco más desfavorable para esperar el debate oral.

Del otro lado del mostrador, los colegas de Ledesma advierten que si los abusos existieron debió haber necesariamente un silencio cómplice de toda la comunidad educativa del jardín 914, algo que a ellos les resulta imposible. Por eso más de 10 docentes declararon ante el fiscal aseverando que en ningún momento el profesor estaba solo con los niños.

Además citan pericias que contradicen a Silvina Catera (conocida perito de la Procuración) y que dan cuenta de que Ledesma no tiene una personalidad semejante para cometer los hechos que se le endilgan. Ambas posiciones serán rebatidas en un debate oral que con suerte y viento a favor podrá ser en el 2017.

Por ahora institucionalmente está planteada la duda sobre la inocencia o culpabilidad de Ledesma y de Puig, lo que favorece posiciones a favor y en contra de manera constante. (ANDigital)

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