jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº3687

Policiales y Judiciales | 3 feb 2020

Tristeza

La madre de Fernando Báez Sosa contó cómo se enteró de la muerte de su hijo

Graciela Sosa dijo que durante la mañana del sábado 18 de enero se comunicaron tres veces con ella y su marido, Silvino Báez. También recordó la última noche junto al joven ultimado por el grupo de rugbiers asesinos.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) En un marco de profundo desconsuelo Graciela Sosa, la madre de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes por una manada de rugbiers a la salida de un boliche en Villa Gesell, contó cómo se enteró de la muerte de su hijo ese triste sábado 18 de enero pasado.

La mujer relató que ese día se levantó a las 6 de la mañana para ir a trabajar, y que en ese momento le ingresó una llamada desconocida que la alertó de que Fernando estaba en el hospital de esa ciudad balnearia.

Luego se comunicó con ella uno de los compañeros de su hijo, quien le dijo que desconocía dónde estaba Fernando ya que él se encontraba demorado en la comisaría de Gesell, producto de lo acontecido a la salida del boliche Le Brique.

Finalmente hubo una tercera llamada, que atendió su marido, Silvino Báez quien, tras colgar el teléfono, le dijo: “Fernando está muerto”.

“Empecé a golpear a mi marido con toda mi fuerza. ‘¡Mentira! ¡No es verdad!’, le gritaba. ‘Mi bebé’, pensaba. Enseguida salimos para Villa Gesell. El viaje se hizo interminable. Aún así tenía esperanza: pensaba que capaz se habían confundido. Hasta que fuimos a la comisaría y me dieron su cédula de identidad. Fue, es y será el día más triste de mi vida”, relató, durante su participación en el programa de Mónica Gutierrez, Crónicas de la tarde.

Graciela recordó cuando debió reconocer el cuerpo de Fernando: “Tenía ganas de abrazarlo pero no podía: estaba muy deteriorado por todo los golpes que le dieron. Me arruinaron la vida. Todavía no puedo creerlo, pero es verdad”, dijo entre lágrimas.

Además, la mujer recordó la última noche junto a su hijo, momento en que “cociné empanadas, pizza y compramos sándwiches. Vino Julieta (la novia de Fernando) y les propuse que desarmaran el arbolito de Navidad. Cuando terminaron, Fer se puso a armar la valija y nos preguntaba qué ropa podía llevar. Vivíamos los tres felices con Julieta, que se había incorporado a la familia. Me destruyeron la vida, pero tengo que ser fuerte para que se haga justicia por mi hijo”.

Finalmente, Graciela dio detalles de la conversación telefónica que mantuvo con el Papa Francisco: “Atendió mi marido y lo escucho decir: ‘¿Quién habla? ¿Quién?’. Ahí me miró y me dijo ‘es el Papa’. Enseguida puso el altavoz así yo también podía escucharlo. Nos dijo que no era fácil por lo que estábamos pasando y que él está con nosotros. Además, aseguró que Fernando está presente en todas las misas y nos recalcó que podíamos contar con él. Al final de la charla prometió que iba a volver a llamarnos, pidió que tuviéramos fuerza y dijo que nos daba su bendición”. (ANDigital)

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