Desahuciado por los desplantes de Massa, senador provincial prepara el regreso al FpV

LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) El descontento ocasionado por una serie de acuerdos electorales sellados por Sergio Massa en distintas provincias, especialmente en Misiones, ha ubicado al senador bonaerense Baldomero ‘Cacho’ Álvarez de Olivera al borde de la ruptura con el Frente Renovador, y en el horizonte asoma el retorno al Frente para la Victoria, con el objetivo de renovar su banca el próximo 10 de diciembre.

Hombre de peso en la tercera sección electoral, el exintendente de Avellaneda se hartó del modo en que el candidato presidencial tejió los acuerdos territoriales y designó a los competidores en el interior del país, lo que derivó en la decisión de abandonar las filas massistas, algo que se empezó a gestar en los últimos días de 2014 y salió a la luz a comienzos de este año.

El primer indicio fue la ausencia a la reunión que el tigrense organizó a fines de marzo en el Salón de los Escudos de la Cámara de Senadores provincial, con la finalidad de poner freno a las pérdidas en el espacio y ordenar la tropa de diputados y senadores bonaerenses, quienes junto a los intendentes exigían precisiones sobre el rumbo de la campaña.

Cabe recordar que el cónclave ‘renovador’ de aquella jornada se llevó a cabo dos horas antes del inicio de una sesión ordinaria, y lo paradójico fue que Álvarez de Olivera sí estuvo presente en el recinto, después de transitar por el hall central de la Cámara Alta y ni siquiera mirar hacia el lugar del encuentro. Sus días en la fuerza que causó sensación en octubre de 2013 estaban contados y él lo sabía antes que nadie.

“Tuvo varios momentos de tire y afloje con Massa, en realidad nunca estuvo muy adentro del espacio. Ahora sólo falta que formalice su salida, hasta ese momento seguirá perteneciendo a esta fuerza”, confiaron desde el bloque de de senadores massistas a ANDigital.

Pero el hecho que terminó de desatar la furia en el exministro de Desarrollo Social halla su raíz en Misiones, su tierra natal, donde mantenía un especial interés en el armado de cara a las próximas elecciones. Sin embargo, el entramado se volvió confuso cuando Massa terminó inclinándose por el exgobernador Ramón Puerta, viejo adversario político de ‘Cacho’, por lo que sus pretensiones resultaron disminuidas.

A esto se le sumó la imposibilidad de concretar los respectivos armados en Mendoza, donde las chances de un frente peronista se vieron truncadas por el impulso que Massa dio a Alfredo Cornejo, precandidato que también cuenta con el aval de Mauricio Macri y del radicalismo, y en Neuquén, territorio en el que se frustró el arreglo con el intendente de la capital Horacio ‘Pechi’ Quiroga.

Eran demasiados errores y desinteligencias -¿producto de la impericia?- para un barón del Conurbano, especialista en la construcción territorial y hábil confeccionador de candidaturas según los matices políticos de la coyuntura.

Rápidamente, desde el massismo acusaron el golpe y enfocaron los cañones contra el fundador de La Juan Domingo, tildándolo de infiltrado en el espacio que integró durante casi dos años, y hasta revelaron que le ofrecieron la cartera de Desarrollo Social, pero que no se animó a asumir el cargo.

Incluso, trascendió la existencia de diálogos con el PRO sobre una eventual precandidatura en Avellaneda de su hijo Maximiliano –actualmente se desempeña como concejal-, aunque las conversaciones se enfriaron rápidamente.

Si bien desde su entorno afirmaron a ANDigital que “todavía no hay nada confirmado”, la fuga Álvarez de Olivera es casi un hecho, y profundizaría la sangría de legisladores iniciada por Mariano San Pedro, Roberto Costa y Alfonso Coll Areco. (ANDigital)