viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº3660

Política | 1 oct 2015

Es candidata a diputada para el Parlasur

La ‘massista’ Mónica López pateó el tablero y blanqueó su apoyo a Scioli

“Quiero darle mi apoyo a Scioli, él debe ser el futuro presidente de los argentinos”, lanzó la legisladora provincial por el Frente Renovador, luego de mostrarse con el candidato del Frente para la Victoria. Tres meses atrás, la esposa del titular de la bancada del masissmo en la Cámara de Diputados, Alberto Roberti, lo había denunciado penalmente por “ocultar” muertos en el temporal en La Plata. 


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) La diputada provincial del Frente Renovador, Mónica López, formalizó este jueves su apoyo a la candidatura presidencial del gobernador bonaerense Daniel Scioli, en el maro de un encuentro que compartió junto al vicegobernador Gabriel Mariotto y el jefe de Gabinete bonaerense Alberto Pérez.

“Encuentro con los compañeros del Frente Renovador que apoyan la candidatura”, fue el mensaje publicado en su cuenta de Twitter por el número 2 del Poder Ejecutivo que encabeza Scioli, que retumbó en la esfera de la política provincial y nacional y que, de manera inevitable, generó un certero golpe en el entorno del postulante del frente UNA, Sergio Massa, a poco más de tres semanas para las elecciones generales.

Días atrás, la esposa del jefe de la bancada massista en la Cámara de Diputados de la Nación, Alberto Roberti, había afirmado en declaraciones periodísticas que votaría al exmotonauta en un eventual ballotage con Mauricio Macri.

“El 10 de diciembre, la patria tiene que estar en la Casa Rosada. Sé que lo mejor para que ganemos todos es Daniel Scioli”, aseguró López en las redes sociales, y aclaró: “No creo en el discurso que nos hace elegir entre la gente o el cambio, por eso dejo de lado mis intereses personales, porque primero está en juego el país y no mis aspiraciones”.

El impacto del nuevo portazo radica en que López y su marido apoyaron a Massa desde el momento en que decidió romper con el kirchnerismo, en junio de 2013, cuando conformó el Frente Renovador, que se terminó imponiendo en las elecciones legislativas de ese año.

Sin embargo, el clima se enrareció cuando en enero de 2015, el exintendente de Tigre acordó la incorporación a su espacio del el exsocio político de la legisladora de Avellaneda, el diputado nacional Francisco De Narváez. Después de que López acompañara al exdueño de Casa Tía en la fórmula por la gobernación bonaerense en 2011, la relación se quebró de manera definitiva.

El arribo de De Narváez modificó el tablero político en el Frente Renovador ya que, si bien había varios nombres para llevar la chapa de candidato por el FR en Provincia –en ese momento se barajaban los nombres de Jesús Cariglino, Darío Giustozzi, Felipe Solá y la propia Mónica López–, el ‘Colorado’ contaba con ventaja, porque gozaba de un nivel de conocimiento superior al de sus competidores internos.

Por ello, el matrimonio López-Roberti se dedicó a fustigar a De Narváez cada vez que tenía un micrófono enfrente, aunque desde el otro lado evitaban caer tentación de una respuesta de la misma índole.

“Si me voy, me llevo toda la que puse”, llegó a advertir López en la previa de un encuentro que Massa montó con diputados y senadores provinciales. La situación se tornaba cada vez más compleja para el líder del Frente Renovador. De concluir 2014 encabezando las encuestas, pasó a desplomarse en los sondeos y la pesadilla de la rebelión interna se hizo realidad: Ante la falta de un horizonte marcado y una campaña que no se afianzaba en el territorio bonaerense, los intendentes empezaron a retornar al oficialismo, seguidos por sus respectivos legisladores.

La crisis en el FR llegó tal punto que el anhelo presidencial de Massa estuvo al borde del abismo, luego de que De Narváez decidiera declinar su precandidatura a gobernador y, de este modo, allanarle el camino para que sea el postulante en suelo provincial de una alianza opositora que llevara como candidato a Macri.

Pero eso no pasó, y hasta el 20 de junio a las 22, momento en que se oficializaron las listas, López se seguía presentando en público como precandidata a gobernadora. No obstante, Massa la hizo recapacitar ubicándola como candidata a diputada por el Parlasur, en primer orden vale decir, y ungió a Solá para dar batalla en la esfera bonaerense.

Pese a que no se cumplieron sus mayores deseos, la diputada por la tercera sección le juró lealtad a Massa y se enfocó de lleno en la campaña. A modo de muestra, presentó una denuncia penal contra Daniel Scioli y el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, y los acusó de “ocultar” muertes en la trágica inundación que vivió la ciudad de La Plata, en abril de 2013.

El 20 % de los votos que cosechó el frente UNA en las elecciones primarias de agosto –Massa, con el 14 %, venció en la interna al gobernador cordobés José Manuel De la Sota–, significó un punto de inflexión.

Con una campaña caliente, repleta de carpetazos, cruces y acusaciones, y elecciones generales que se presumen polarizadas entre el oficialismo y Cambiemos, a principios de septiembre López no dudó en afirmar que en un eventual segunda vuelta elegiría al peronismo, “y el peronismo es Scioli”.

A poco más de 20 días para los comicios, abandonó las acusaciones y plantó bandera, aunque sin sellar aún su partida del massismo. “Por nuestro país estoy convencida de que es necesario que haya un presidente en primera vuelta, para que ganen todos los argentinos; y la realidad es que Daniel Scioli debe ser el futuro presidente de los argentinos”, sentenció. (ANDigital)

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