martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº3685

Política | 13 dic 2017

Difícil contexto

“No hay democracia con represión, con pobreza y persecución”

Así lo expresó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, durante la inauguración de un mural homenaje a su persona en la Facultad de Ingeniería de la UNLP. También sostuvo que “la misión nuestra estará cumplida cuando aparezcan todos los nietos”.


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) Desde ahora, quienes transiten por las calles internas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata podrán apreciar entre los edificios y árboles característicos del predio, el rostro en grandes dimensiones de Estela de Carlotto.

Es que en la jornada de este miércoles se inauguró un mural en homenaje a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, “por su inclaudicable lucha en defensa de los derechos humanos”.

El mural, que mide ocho metros de altura por ocho metros de ancho, fue realizado por docentes de la carrera de Muralismo y Arte Público Monumental “Ricardo Carpani”, de la Facultad de Bellas Artes, en el marco del 10° aniversario de su reapertura (fue cerrada en marzo de 1976 por la dictadura cívico-militar).

Concretamente se encuentra ubicado en una de las paredes del Departamento de Electrotecnia, sobre el corredor de calle 48 entre 115 y 116.

La ceremonia fue encabezada por el decano de Ingeniería, Marcos Actis; junto al vicedecano, Horacio Frene; y la vicedecana de la Facultad de Bellas Artes, Cristina Terzaghi, responsable de la realización del mural.

“Estela para mí representa a una luchadora, una persona que jamás agredió a nadie, que con todo lo que pasó no tiene rencores. Siempre peleó para recuperar a los nietos. Una persona que no tiene maldad”, destacó Actis.

Por su parte, Terzaghi precisó que el mural fue soñado por ella y, a partir de un trabajo en equipo, hoy es una realidad. Junto al vicedecano Frene describieron a Carlotto en términos de “coraje, tenacidad, ternura, solidaridad”, una persona “inquebrantable, irrenunciable, incorruptible. Un símbolo de paciencia, de lucha y de insistencia. Una referente mundial de los derechos humanos”.

Durante la ceremonia, la homenajeada expresó: “estoy tan emocionada, tan llena de cariño por este acto que me ayuda tanto a seguir, porque no fue fácil caminar 40 años. Al principio sin saber qué hacer, con dolor, hasta que tuvimos la idea de juntarnos”.

“Primero en soledad, porque no sabíamos el camino que teníamos que tomar. Dónde estaban. El peligro. Y los hijos que había que cuidar. Yo era directora de escuela, tenía mi responsabilidad. Pero lo más maravilloso fue juntarnos, darnos las manos. Y cada vez que venía una abuela nueva, el recibimiento. Cuando llegué yo me dijeron ‘que suerte una maestra’. Desde entonces no nos podemos separar. Quedamos muy poquitas”, rememoró.

En igual tenor, sostuvo que “aunque podríamos decir ‘misión cumplida’ cuando encontramos al nieto propio, hacemos todo lo contrario. La misión nuestra estará cumplida cuando aparezcan todos los nietos”.

“Hasta que se sepan dónde están los restos de sus padres. No hay mamá que no deje de buscar cuando un hijo no vuelve. A mi hija Laura la recuperé un poquito cuando encontré a mi nieto”, graficó la titular de Abuelas.

Vale destacar que el evento convocó a una gran cantidad de docentes, investigadores, alumnos, personal no docente y autoridades de colegios y facultades de la UNLP, además de público en general.

Para la realización del mural se utilizó la técnica de esgrafiado, que consiste en capas sucesivas de cemento con color.

Se realizó una figura del rostro de Carlotto y, a su alrededor, se colocaron 500 piezas de cerámica que representan simbólicamente a nietos que fueron secuestrados durante la última dictadura. De ese total, 126 poseen un fondo blanco con figuras de colores que refieren a los nietos recuperados por la asociación que dirige Estela.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando Carlotto colocó personalmente uno de los azulejos, el que representa a la nieta recientemente recuperada número 126. Casualmente, sus padres Edgardo Garnier y Violeta Graciela Ortonali, fueron estudiantes de Ingeniería, desaparecidos durante la dictadura militar.

“Soy una mujer común, como tantas que luchan en diferentes lugares defendiéndose y defendiendo al otro. Es una lucha sacrificada. A mí me cuesta. Ya tengo 87 años. No es pavada. Me cuesta levantarme un poco ahora, pero pego el salto”, confesó.

Emocionada y agradecida por el mural, Carlotto expresó que “en este rostro están todas las abuelas. En esas cerámicas los nietos encontrados y los que falta encontrar. Contra viento y marea vamos a seguir. Ya no estamos solos”.

“No hay democracia con represión, con pobreza y persecución. Mientras existan miles de personas que tenemos que buscar en los cementerios o tirar flores al río o niños que crecen sin saber quiénes son, porque todavía están apropiados por la historia mentirosa. Falta mucho. Falta que todos tengan trabajo, casa, salud, escuela pública y gratuita, como la Universidad que es lo mejor que tenemos”, remató.

Resta indicar que durante la ceremonia, el grupo musical “Las fulanas” le dedicó una canción a la referente de derechos humanos; en tanto que la licenciada Eugenia Straccali leyó un poema que es el mismo que se encuentra plasmado en el mural. Además, los trabajadores no docentes de la UNLP le hicieron entrega de un ramo de flores. (ANDigital)

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias