viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3681

Política | 10 mar 2018

Opinión

A contramano del mundo (cada país tiene el FMI que se merece)

Con motivo de la inminente visita de la titular del Fondo Monetario Internacional Christine Legarde a la Argentina, el autor hace un breve repaso del insostenible modelo económico de Cambiemos.


Después de casi 14 años de saldada la deuda con el FMI, el presidente Mauricio Macri recibe a Christine Legarde (quien dijo que los ancianos longevos desequilibran la economía mundial). Luego de haber desarrollado una política económica independiente, volvemos a recibir directivas, más simple: hemos perdido soberanía. Pero según Mauri nos hemos reintegrado al mundo a costa de un endeudamiento brutal y a cien años. Todo eso mientras el “amigote” Donald Trump cierra su economía como el resto del mundo. Mauri piensa que le devolverán favores por mover la economía de los otros países (importaciones), cree que vendrán inversiones, cuando en realidad “la gratitud es una virtud de los hombres, no de la política”. Encerrado en su criterio de empresario de servicios, de bicicleta financiera y de actividades non sanctas (hay antecedentes), despreciando a los empresarios manufactureros -los llorones- ellos han encendido la luz de alarma ante el futuro negro que se avecina al entrar en un callejón sin salida.

La creación de puestos de trabajo es ficticia, muchos monotributistas, trabajo en negro con salarios bajísimos, van destruyendo el mercado interno. Agreguemos, la sequía que destruyó gran parte de los sectores sojeros y de maíz, la falta de un tiempo límite para liquidar las exportaciones en dólares, también contribuyen a endeudar cada vez más al país. Pero ¿hasta cuándo? Porque Toto Caputo no conseguirá crédito ilimitado. La realidad sin anestesia irrita al presi y descarga su frustración contra los empresarios de la UIA que buscan rever la política económica, mientras los del campo tienen vía libre para los subsidios.

Cierre de escuelas, de industrias estatales, eliminación de puestos esenciales en el Estado tales como el CONICET, INTI o a las FFAA que les han reducido aún más su presupuesto, dejan al país inerme y produciendo una sangría de profesionales que mucho costó formar, todo eso es el resultado de la acción política de Cambiemos. Podemos también agregar la censura periodística a medios opositores y los caraduras del gobierno piden respetar la investidura presidencial mientras la expresidente Cristina Fernández de Kirchner recibía toda clase de insultos (la yegua, la puta y un largo etcétera) y nadie del oficialismo de entonces se le movió un pelo para tomar una medida de censura.

Los globeros están nerviosos, la realidad los golpea aunque no les guste. En tanto que, los de abajo (nosotros), que incluyen a los opositores y a los globeros desilusionados o sorprendidos por el engaño, somos también golpeados, vamos juntando bronca y estirando lo máximo que se puede el sueldo quienes lo tenemos, porque otros lo perdieron y se ven en figurillas para calmar los ruidos de las tripas vacías. Esa realidad ya no se puede tapar, estamos peor. Al igual que en “La caída”, film que detalla los últimos días del líder nazi, quien niega la realidad y monta en cólera cuando alguien se la muestra, nuestro presidente descarga su frustración contra el primero que lo enfrenta. Otra corte de adulones, alcahuetes, avivados, malandras de guante blanco que sacan partido e inútiles que lo rodean, en vano tratan de calmar al presi, mientras él reclama lealtad y rechaza el engaño.

Se vienen tiempos más difíciles y no se ven soluciones. Si no se cambia el método los resultados serán los mismos. La política y la economía no deben ser rígidas, algo que por lo visto los globeros de Cambiemos no han entendido. Si no hay producción de manufacturas, si no hay mercado interno, si se importa de todo, si no hay FFAA, si no se distribuye riqueza, no hay país viable. ¿Ud. qué opina ciudadano?

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