Berra busca descargar la responsabilidad del espionaje en Ritondo, pero Vidal es la clave

LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) El extitular de la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI), Guillermo Berra, se encuentra en el ojo de la tormenta por estas horas a raíz de la olla destapada sobre el espionaje ilegal en la provincia de Buenos Aires, y si bien busca deslindar responsabilidades en quien era su superior en la estructura ministerial, Cristian Ritondo, la realidad es que el vínculo con María Eugenia Vidal es insoslayable.

Por estas horas el abogado del otrora funcionario, Marcelo Peña, presentó un incidente de nulidad –de modo extraño, es la figura legal utilizada para denunciar irregularidades procedimentales previo a una sentencia– para impedir que Berra y quien ocupaba el cargo de auditora Sumarial Especializada en Investigaciones, su esposa María Rosario Sardiña, declaren.

En el escrito presentado, el letrado refuta el allanamiento a la sede de Asuntos Internos –realizado el 22 de octubre de 2019, momento en que por otra causa se secuestraron discos duros de varias computadoras de esa dependencia y se encontró el espionaje– y las imputaciones, y deslinda responsabilidades en Ritondo sobre el servicio de información que se utilizó para investigar la situación patrimonial de los espiados, cuyo objetivo original era hallar incoherencias financieras en los altos mandos policiales.

Si bien estaba pautado inicialmente para este viernes, las indagatorias se realizarán el lunes 29 y serán ante la fiscal Cecilia Corfield, titular de la UFI Nº 15 del Departamento Judicial La Plata, quien decidió procesar a Berra y a su mujer porque los acusa de espiar y perseguir a civiles, funcionarios judiciales y policiales, y dirigentes políticos, al tiempo que les imputa el delito de peculado, que tiene una pena en expectativa de prisión efectiva de hasta 10 años.

(#EspionajeIlegal-#Espionaje ??⚖️?)

Revés judicial para Guillermo Berra: Rechazan eximición de prisión para él y su fiel ladera https://t.co/SyD4LkIfzF pic.twitter.com/8ARcbw57kt

— ANDigital (@ANDigitalOK) June 17, 2020

Berra ya tuvo un revés judicial en esta causa, y fue el del juez de Garantías del Juzgado Penal Nº 1 de La Plata, Guillermo Federico Atencio, quien rechazó un planteo de eximición de prisión en la búsqueda de ambos por garantizarse su libertad mientras dure el proceso penal que se les sigue, al menos en la etapa de instrucción.

La estrategia de Berra, de colocar a Ritondo como la autoridad máxima y hasta el cerebro del espionaje, choca con lo que se observa en el video de una charla en el Instituto Hanna Arendt, en el que estuvo junto a Vidal y Elisa Carrió, donde la exmandataria recordó con nostalgia cuando ambos se conocieron.

“Con Guillermo éramos vecinos de Morón y él trabajaba en la Auditoría de la Ciudad, con Paula Oliveto, ahí nos conocimos. Cuando me tocó ser gobernadora necesitábamos que el área de Asuntos Internos, que es la que controla a la Policía de la Provincia, dejara de estar en connivencia con la Policía. Así fue como lo convoqué a Guillermo”, contó la entonces mandataria bonaerense.

Acá Vidal nos cuenta que conoció a Guillermo Berra porque era su vecino en Morón, que después trabajó en la Auditoría de la Ciudad con Paula Oliveto (la amiga de D'Alessio, se acuerdan?) y que respondía directamente a ella. pic.twitter.com/K9FOgOTWkr

— #alfrekava ✌ (@alfrekava) June 25, 2020

Para terminar su andanada de elogios ante la difícil tarea que le había encomendado al presunto espía, Vidal concluyó: “Fue difícil para Guillermo, se metió en allanamientos personalmente, en las comisarías, en municipios acusados de corrupción”.

Este miércoles el exgobernador Daniel Scioli fue notificado de integrar la nómina de dirigentes y políticos presuntamente espiados por Berra y Sardiña durante el gobierno de Cambiemos, y entonces le pidió a Vidal que se pronuncie y dé a “conocer su opinión” sobre la causa y sus implicados.

“Tengo entendido que ella (por Vidal) conoce muy bien a ese señor”, aseguró Scioli en una nota a Radio 10, y puntualizó en que “la gravedad institucional es que no solamente hacían inteligencia ilegal sobre mí, mi entorno y mis relaciones, sino sobre el propio Poder Legislativo y la Suprema Corte de la Justicia”. (ANDigital)