miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3686

Espectáculos | 4 may 2022

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“Los Perros”, ladrándole al alma oscura de la comodidad

Una de las protagonistas de la obra, Melina Petriella, extiende la invitación a “pensar cómo vivimos y cuántas cosas hacemos realmente por elección”. En diálogo con ANDigital celebra la recuperación del “rito” del teatro presencial y la satisfacción de “cuerpear” esta experiencia irrepetible.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) La cartelera porteña continúa contando con Los Perros, potente obra de texto de Nelson Valente, que se presenta los viernes, sábados y domingos en el Teatro Picadero.

“Te hace resonar en algún lado, porque te pasó a vos o a alguien cercano. Nos invita a pensar en ver cómo vivimos y en el sentido de cuán presentes estamos en esta vida; cuántas cosas hacemos realmente por elección o porque prevalece lo automático”, reflexiona Melina Petriella, una de las protagonistas.

En diálogo con ANDigital, pone de relieve la interpelación que genera esta pieza, “cuando te das cuenta que hacés algo y no sabés por qué. Ese disparador de la comodidad que nos puede llevar a un lugar difícil de evolución”.

El día de su cumpleaños número 40, Laura (Petriella) tiene una experiencia fugaz pero demoledora: durante su trayecto habitual en metro, un desconocido le sonríe y le susurra algo al oído.

Ya en casa, durante la fiesta, esa semilla germinará y acabará bombardeando la “supuestamente” asentada vida familiar, a pesar de los esfuerzos de Laura por mantener la unión con y entre sus seres queridos.

Rodrigo (Patricio Aramburu), Emilio (Claudio Rissi) y Alicia (María Fiorentino), confortablemente acomodados en sus miedos, se verán abocados a revisar ciertos planteamientos que convertirán su plácido hogar en un campo de batalla, mientras Laura, se descubre capaz de su mayor heroicidad: atreverse a mirar desde la consciencia.

“Suele pasar que una persona quiera cambiar su vida y no lo sepa. Y pueden pasar muchos años sin que este deseo salga a la luz. Entonces, un encuentro inesperado, un detalle sin importancia o un suceso aparentemente casual, sirven como detonadores de una crisis que pondrá en juego todos los aspectos de la vida. No hay marcha atrás. Las preguntas son ineludibles: ¿Es esta la vida que quiero?”, acota Valente y dispara: “¿En qué momento la escogí? ¿Alguien me ha preguntado si es así como quiero pasar los días que me quedan en este mundo?”.

El también autor de Dígalo con mímica y El loco de la camisa, subraya que “el milagro se produce cuando los interrogantes son tan poderosos que sobrepasan a la persona en crisis y se expanden, como el fuego, de un cuerpo al otro”.

“Historias de amores, odios, resentimientos, grabados en las miradas de los perros de la infancia que ahora se proyectan en el presente. Secretos del corazón. Recuerdos distanciados en el tiempo”, anexa el dramaturgo y director.

Y sentencia: “¿Qué somos? ¿Qué hemos hecho? ¿De qué tenemos miedo? Para responder a estas preguntas, un padre recorre a hechos del pasado que, muchos de ellos, ni sucedieron. Una madre se reprocha a sí misma todo lo que no se atrevió a hacer. Una pareja joven se victimiza como si la vida que llevan juntos fuera la única opción. Los perros incursionan en las cuestiones que afectan a toda la humanidad”.

Al aludir a los grandes temas de Los Perros, Petriella indica que “todos están atravesados por las preguntas existenciales, es imposible que alguna de ellas no te toque; con más o menos humor o tensión o lágrimas, pero se pasa por todas las emociones y sus reacciones”.

También destaca la “hermosa experiencia” de compartir escena con sus tres compañeros y elogia el “ojo muy especial y perceptivo ante lo vincular” que tiene Valente, una de las plumas consagradas de la dramaturgia nacional.

En otro orden de cosas, la exprotagonista de Toc Toc celebra el reencuentro con el “aquí y ahora” tras el largo paréntesis de la pandemia. “Si bien el streaming fue una opción y lo es ahora para acercar a quienes no pueden trasladarse, no hay como el teatro. Para quienes lo hacemos y para la ceremonia de quién va, con ese latente deseo de ‘cuerpear’”.

“Además está la revancha del día siguiente. Si algo no salió como esperábamos o tuvimos un mal día”, agrega y menciona la importancia del “rito” teatral, sea como espectadora o como artista, pues “la experiencia empieza con ir e incluso con tolerar al que hace ruido al comer una bolsa de caramelos o al que no apagó el celular…”, sentencia.

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Los Perros

Viernes y sábados a las 20; domingos a las 20.30 horas

Teatro Picadero, Pasaje Santos Discépolo 1857, a pasos de Callao y Corrientes

Entradas vía Plateanet.-

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