viernes 26 de abril de 2024 - Edición Nº3688

Espectáculos | 21 ene 2023

Precursora

“Ser feminista no es un slogan, es una actitud de vida y de lucha”

Así lo afirma la prolífica dramaturga Cristina Escofet, quien acaba de publicar “Travesías femeninas”, un compendio de ficciones con foco en mujeres “que han hecho historia”.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) La docente, escritora, guionista, dramaturga y directora teatral Cristina Escofet presenta Travesías femeninas, un libro en el que llama a la reflexión y a la apertura de conciencia de la mano de seis piezas que interpelan nuestra existencia desde lo dramático.

“Es un proyecto que elaboré en plena pandemia y siendo que mi casa es una biblioteca, en ese momento tuve dos opciones: me preguntaba ‘¿para qué tengo tantos libros?’ y luego contestaba: ‘es lo que hay’”, contextualiza en torno a la génesis de esta obra prologada por Diana Battaglia y publicada por Nueva Generación.

Tras soltar que está surcada por la “impronta feminista” de “mujeres que han hecho la historia”, se vale de su propio derrotero personal para dar cuenta de las motivaciones.

“Mi abuela Teresa vino en el barco Principesa Mafalda, embarazada de mi madre, a un país que no conocía, con confianza, esperanza y el impulso de transgredir el marco de desesperanza de la guerra”, resalta la escritora en diálogo con Rómulo Berruti en el ciclo Plumas, bikinis y tango de la 2x4.

Ahora Cris Escofet con Rómulo Berruti #PlumasBikinisYTango

Publicada por Laura Mathieu en Domingo, 15 de enero de 2023


Acto seguido, pondera: “mi madre fue la primera feminista que conozco. Criada en un rancho, con todo el amor que le tengo a esa palabra. Hace la primaria con gran esfuerzo escucha que en el pueblo vecino hay una beca y que quien la gane va a hacer la secundaria. Ella se escapa en un carro, llega al lugar donde estaban los aspirantes, pide dar última y ve que nadie habla del campo, de las plantas, de los usos medicinales. Da una clase magistral de botánica y gana la beca. Así se convierte en una intelectual. Vengo de ahí. Ella y su madre, transgredieron el mandato de servir para ser. Ese valor lo traspaso a la filosofía”.

“El ímpetu de ir más allá de tus determinaciones sociales y familiares es ser feminista. No es un slogan, es una actitud de vida y de lucha”, exclama Escofet en otro tramo de la entrevista.

Luego pone de relieve la importancia de seguir “la coordenada de no pedir permiso”, del mismo modo que la “formación”. Al respecto, puntualiza: “la utopía empieza en la bodega del barco y luego en la superación. Desde la vida tuve ejemplos fabulosos. Ser feminista es transgredir el mandato y ojalá los hombres transgredieran también los mandatos porque si el patriarcado oprime, lo hace por igual”.

Finalmente, celebra haber podido tener “charlas reparadoras” con su madre, máxime siendo “aquella díscola de los 70” e interpelando a una generación en la que las mujeres “no podían hablar de ellas mismas”.

Travesías femeninas

Tal como Escofet se define (feminista jungiana y humanista, además de hija de “Teatro Abierto”), desarrolla una perspectiva dialéctica de género que excluye cualquier binarismo posible.

Así, nos sumerge en imaginarios inquietantes como el de las emblemáticas Frida Kahlo, Encarnación Ezcurra, Trinidad Guevara, Mariquita Sánchez, Lucía Cullen o La Malinche, así como en el imaginario de dos pueblerinas delirantes como Fina y Feli. A saber:

---) Fridas: un viaje íntimo y poético al mundo de la célebre Frida Khalo a través de sus pinturas.

---) Sol de noche: Fina y Feli: dos delirantes pueblerinas que viven un mundo imaginario. Un thriller donde lo real y lo irreal se conjugan con el realismo mágico de los pueblos.

---) Yo, Encarnación Ezcurra: la voz de una brava, la mujer de Rosas, el cerebro del León del desierto. La lucidez de una heroína que supo dialogar con las contradicciones de su época.

---) Sonata erótica del Río de la Plata: Trinidad Guevara y María (Mariquita Sánchez) el erotismo de dos mujeres en la pacata Santa María de los Buenos Aires.

---) Las Lucías: una revisión de la década del 70. Una periodista (Lucía 1) se relata a través de su propio diario íntimo de la época, en diálogo con otra mujer, el recuerdo de Lucía Cullen (Lucía 2) quien fuera compañera del Padre Mugica y esposa de José Luis Nell.

---) A través de los granos de maíz (Memorias de Malinalli): una mujer de más de 400 años, La Huesera, encarna la historia de Malinalli, la princesa de Paynala, que devendrá en La Malinche, “la lengua puta” de Hernán Cortés.

Al aludir a este compendio, asevera que “todo abordaje es una travesía” y su caso “significan lugares de apertura de conciencia con cada una de las obras”.

“He unido a lo largo de mi carrera mis dos pasiones: por la investigación, filosofía e historia y luego crear mundo de ficciones”, explica y lo argumenta: “quizás porque vengo de un pueblo como Caleufú (provincia de La Pampa), donde no tuve más remedio que vivir el realismo mágico y no tuve más remedio que refugiarme en la ficción”.

En igual tesitura, la ganadora del Premio María Guerrero de Argentores destaca “ese carácter transformador que tiene la escena, lo que nos subyuga, es lo que conecta con la existencia”.

Y deja una certera recomendación: “al que le interesa la historia que la lea porque es la novela más apasionante. Pero que la lea, que se detenga en el punto que le guste y sobre todo, no dejes que te la cuenten, armátela vos”. (ANDigital)

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