Corrientes en llamas: Situación caótica, lamentos y pases de factura de productores afectados

CORRIENTES (ANDigital) La situación en Corrientes es extremadamente compleja con los 17 focos de incendio que aún azotan a la provincia, aunque la llegada de las lluvias de este domingo trajo aparejado algo de alivio, y al respecto el diputado nacional radical Jorge Vara ponderó la colaboración de la Nación en este desastre.

En diálogo con ANDigital, Vara –ingeniero agrónomo y exministro de Producción correntino– aclaró que luego del cruce del gobernador Gustavo Valdes con el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, intervino el presidente Alberto Fernández y el diálogo con el Gobierno nacional se habría restablecido, al tiempo que resaltó la presencia y la buena voluntad del ministro de Agricultura Julián Domínguez para colaborar con la lucha contra el fuego.

“Estuvo Domínguez acá, Cabandié no vino; se ve que el Presidente pidió mesura”, resaltó el legislador, y destacó la importante ayuda que reciben de algunas provincias: “Ha sido más importante que la ayuda de Nación, los aportes solidarios de varias provincias. Hubo ayuda de Jujuy, de Mendoza, muy fuerte de Córdoba y de provincia de Buenos Aires, que aportó 4 aviones, 2 helicópteros y más de 100 brigadistas; también están viniendo ahora bomberos de Brasil”.

Varios productores especularon que la demora del Gobierno central en enviar la ayuda a la provincia por los devastadores incendios “es un pase de factura política por el 75 % de votos que sacó el gobernador Valdes en la última elección”. Al menos esa es la aseveración de Alfredo Haynes, médico veterinario y productor de Gobernador Virasoro, principal foro forestal de Corrientes.

Sobre los daños, Haynes describió que en la zona de incendios “todo está muy resentido, todas las plantaciones de yerba que se hicieron en los últimos 5 años se están muriendo por la sequía; directamente están muriendo las plantas. Esas plantaciones van a tardar al menos 5 años a entrar nuevamente en producción”, ilustró.

Asimismo, planteó que “la influencia de la pérdida de plantaciones de yerba con la sequía y el fuego afectarán fuertemente los precios internos del producto el año próximo. Este año ya hay un stock de lo producido en 2021 que tuvo una cosecha bastante limitada”.

Este productor de la zona de Virasoro explicó que “en la ganadería se va a ver en 2023 la incidencia de menor preñeces, menores pesos, y después el gasto infernal para renovar alambrados. Se quemaron completos, se mezcló toda la hacienda, no hay límites en los campos. Un metro de alambre cuesta $ 1.000 con mano de obra, o sea que son millones y millones de pesos por la cantidad de kilómetros de alambrados que se han perdido”, remarcó.

“Hay campos enteros que no quedó nada, y después tenemos todas estas leyes estúpidas que inventa siempre alguien que está adentro de una oficina o que quieren acusar al productor que es el que quema; eso no es así, nadie va a quemar su empresa, es ridículo ese pensamiento. Son las leyes que tenemos y son prohibitivas para que la persona que tuvo este desastre se pueda levantar”, aseguró Haynes.

Respecto a la demora en la reacción del Estado, el productor correntino destacó que “hay cosas que nos dañan mucho moralmente. Cuando la estás peleando, cuando das peleas con los peones, los dueños de los campos, los encargados, los veterinarios, los ingenieros agrónomos, los bomberos locales que la pelean con lo poco que pueden, y vos ves que a nivel nacional no hay aportes, a lo sumo hacen algún vuelo sobrevolando la zona y después se van y critican”.

No hay que perder de vista que el problema en Corrientes no es sólo el fuego, que es amenazante, pero la sequía que sufre es brutal: Se trata de una provincia que recibe entre 1.800 y 2.000 milímetros de agua por año en concepto de precipitaciones y hace dos años que solo llueve la mitad: “Es el efecto de La Niña, ha elegido esta región del país para golpear fuerte”, se lamentó Haynes.

Más de 30 mil hectáreas de forestación perdidas

Luciano Lago, productor de la ciudad de Goya, con establecimiento ganadero en el Departamento de Salada, uno de los sitios donde comenzaron los focos los primeros días de enero, atribuyó a la extensa sequía que castiga desde hace dos años a la provincia los tremendos incendios que están azotando a Corrientes.

“Una provincia con muchos esteros, lagunas y bañados, que llegaron a un punto que se secó todo y el volumen de materia seca es tan grande que en cualquier evento de la naturaleza o descuido del hombre arranca el fuego y no se sabe cuándo termina”, reveló Lago.

Corrientes es la primera provincia productora de forestación, eucaliptus y pino, son las especies de mayor producción. Hasta el jueves pasado había una superficie de más de 30.000 hectáreas de forestación perdidas.

Provincia también ganadera, la primera en producción arrocera del país, yerbatera, con mucha horticultura en la zona de Goya (tomates, pimientos) y cítricos.

“Yo creo que si el panorama no cambia y no llegan a venir lluvias copiosas, esto hasta que no se queme la provincia entera no va a parar”, disparó alarmado el productor.

A la hora de endilgar responsabilidades, y sobre la ausencia del Estado, dijo que de los dos lados hubo culpas: “Los productores de Corrientes, así como estamos enfurecidos con el Gobierno nacional que recién hace una semana se acordó que existía Corrientes, también tenemos que mirar mucho a nuestro gobernador, porque acá los incendios comenzaron los primeros días de enero y no se hicieron ver nunca, no se hicieron ver hasta que esto reventó”.

Alertó asimismo que las reparaciones que va a haber que realizar en los campos una vez controlado el fuego, se dificultarán: “Como todo el mundo está en la misma situación, va a haber una demanda para la cual no van a alcanzar los insumos” explicó, y finalmente estimó las pérdidas por el fuego en la provincia en más de $ 50 mil millones: “Se está quemando un 70 % de la producción que aporta Corrientes”, concluyó. (ANDigital)