

Hay que desconfiar de ganancias increíbles o de actores o famosos que promocionan negocios. También hay que poner la lupa en inversiones que sugieren conversión del dinero a una “moneda propia” que no tiene un circuito posible.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) Las criptomonedas han acaparado la atención social, y también dudas luego de casos de gran visibilidad mediática como Vayo Coin y Generación ZOE.
Generalmente basados en lo que se conoce como estafa piramidal, se trata de un método que lleva muchísimos años ejecutándose y se mantiene vigente gracias al afán o necesidad de alcanzar elevadas rentas con inversiones mínimas.
El especialista de F5, Bernabé Crena, sostiene que “la ingenuidad y confianza de los participantes permite impulsar el status de los estafadores, que apelan a redes sociales y recursos digitales para aumentar su popularidad, a la vez que se apoyan en la imagen de figuras públicas para difundir su estafa”.
“A través de renders, imágenes trucadas y de la difusión de una vida de lujos, convocan la atención de la audiencia”, añade.
Asimismo, subraya que “si bien las criptomonedas desde su origen surgen bajo diseño arquitectural para no ser reguladas, se trata de un mercado peer to peer (de persona a persona), totalmente irregular”.
“Esto no quiere decir que sea malo. A diferencia de las cuentas bancarias, el anonimato encubre la acción criminal, es limitada la posibilidad de seguimiento por parte de los estados y agentes de fiscalización, esto es, saber quién recibe el dinero, quién realiza la inversión o de dónde provienen los activos”, desmenuza el referente de F5.
Y sentencia: “La regulación no sólo es una herramienta con fines tributarios, sino que valida las transacciones limitando estafas y operatorias delictivas como lavado de dinero y extorsión”.
A continuación, las recomendaciones para no caer en estafas cripto:
- Googlear mucho. Leer opiniones y comentarios de gente en las redes sociales e incluso en Google Maps, permite definir un perfil de la entidad que está detrás de las criptomonedas.
- Siempre desconfiar de ganancias increíbles. Como referencia, debemos considerar un patrón maestro, por ejemplo un plazo fijo en dólares en Estados Unidos da alrededor del 6 % anual. Dudar de ganancias por encima de la media.
- No confiar ciegamente en actores o famosos que promocionan negocios. La historia siempre muestra que esos mismos personajes también terminan engañados y perjudicados.
- Evitar inversiones que sugieren conversión del dinero a una “moneda propia” que no tiene un circuito posible. Te piden que cambies tu plata a una conversión que ellos manejan como el “Vayo Coin”, que sólo sirve para que la vuelvas a reinvertir al interior de su propio circuito.
- Nunca confiar en páginas que están llenas de renders o fotos trucadas. Lamentablemente para es necesario contar con un ojo entrenado.
Datos que nos pueden inspirar confianza
- Que estén regulados por una autoridad competente en el país donde comercializan sus servicios.
- Contar con referencias reales y consistentes. Un amigo, un pariente, que te brinde información sobre los circuitos de entrada (cómo depositar e invertir), pero aún más importante es saber los circuitos de salida (cómo recuperar la plata que invertiste). Descartar fuentes de información que pueden ser consideradas como peligrosas, por ejemplo un youtuber, o un instagramer.
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