Hackeo de redes sociales: mucho más que consecuencias económicas

CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) Las redes sociales cumplen un rol fundamental para las personas hoy en día, no sólo porque permiten establecer vínculos y contacto, sino porque son una herramienta que genera millones de dólares diarios para referentes mediáticos e influencers.

Casos recientes como el de María Becerra o L-Gante, son un reflejo de cómo los hackeos en redes sociales generan múltiples consecuencias en los usuarios.

“La vida digital forma parte de nuestra realidad”, asegura Roberto Ricossa, VP de F5 LATAM, quien se encuentra trabajando para concientizar sobre las vulnerabilidades y cómo los desafíos del mundo digital afectan no sólo inversiones y negocios, sino que impactan directamente en la integridad humana.

Luego de la pandemia, las redes sociales potenciaron su impacto en los usuarios, generando un efecto multiplicador de los negocios. La venta de productos y servicios por parte de emprendedores fue creciendo en simultáneo con la monetización de esta herramienta por parte de celebrities e influencers. Hoy, ser Youtuber, Instagramer o Tiktoker es considerado una profesión rentable en gran parte del globo.

En este sentido, datos recientes revelaron que el 93 % de las personas que vieron vulnerada alguna de sus cuentas, sintieron violada su intimidad; el 68 % se decepcionó y el 7 % tuvo pensamientos suicidas.

Es por esto que “la ciberseguridad no se debe tomar a la ligera, porque hay expectativas del cliente y/o usuario en juego, es un tema personal”, sostiene Ricossa.

En igual tono, insta a “generar conciencia sobre la responsabilidad que tenemos como usuarios, y también que las empresas asuman este compromiso”.

Mientras, se reportan 1 millón de credenciales robadas por día y el ataque en redes sociales se incrementó un mil por ciento, afectando económicamente a miles de emprendedores, y condicionando emocionalmente a millones de usuarios quienes transitan la vida digital como parte de su realidad.

“La vida en línea es intrínsecamente riesgosa y potencialmente peligrosa”, evaluó el referente de F5, para luego dar cuenta que “la salud mental debe ser considerada también como parte del espacio de la ciberseguridad, porque el bienestar en línea repercute emocionalmente”.

La seguridad digital y la privacidad de los datos debe ser la prioridad para promover entornos seguros en la vida digital. Como así también, es necesario generar conciencia en toda la comunidad para prevenir las vulnerabilidades.

El carácter esencial para cierto rango etario y sectores económicos, generan una responsabilidad extra por parte de las empresas desarrolladoras de aplicaciones porque ante la falta de medidas de seguridad en sus sistemas no sólo van a ver su reputación e ingresos afectados, sino que además impactan directamente en los usuarios en sus relaciones y también en su vida. (ANDigital)