martes 23 de abril de 2024 - Edición Nº3685

Interés general | 1 jul 2020

Emergencia sanitaria

La UBA entrena perros para la detección de coronavirus

Se utilizarán animales ya adiestrados en el rastreo. Este método permitirá realizar una evaluación de bajo costo y de resultado inmediato, permitiendo así asignar más eficientemente los test de laboratorio a quienes hayan resultado positivo para los canes.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) La Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires se encuentra trabajando en un proyecto multidisciplinario en relación al entrenamiento de canes para la detección del coronavirus.

Vale consignar que la extraordinaria capacidad olfativa de los perros ha permitido que, desde hace mucho tiempo, se los entrene para detectar distintas sustancias como estupefacientes, explosivos, divisas, alimentos en las barreras sanitarias, además de la búsqueda de personas con vida en desastres naturales y estructuras colapsadas, búsqueda de restos humanos o en la identificación forense o criminalística.

Últimamente también han ampliado su participación en otros tipos de detecciones dentro del campo de la salud humana. Los cambios que se producen en los compuestos orgánicos volátiles (VOC por sus siglas en inglés) que emite el cuerpo humano al contraer una enfermedad son aislados a partir de muestras de sangre, piel, sudor y orina para ser utilizados en el adiestramiento de los perros detectores. Estos compuestos se aíslan para ser utilizados en el adiestramiento de los perros detectores.

En la actualidad, los perros pueden detectar episodios de hipoglucemia, cáncer de pulmón, mama, próstata y colon, melanoma además de tuberculosis. En estos casos los tejidos malignos o los trastornos metabólicos liberan sustancias muchas veces detectables por el olfato canino.

Las razas que más frecuentemente se han utilizado para este tipo de entrenamiento son: pastor belga Malinois, labrador Retriever, pastor alemán, sprigel spagniel, border collie, y otras en menor número.

Cabe consignar que los tiempos de entrenamiento varían de acuerdo con el animal, atendiendo a su ritmo de aprendizaje para preservar su bienestar.

“El programa se encuentra en la etapa de diseño y planificación, muy próximo a inicio de las prácticas con los perros”, expresó la secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Paula Carancci, quien a su vez detalló que “el entrenamiento de los canes será llevado a cabo por los profesionales de la Escuela de Adiestramiento que depende de la Secretaría de Extensión de la Facultad”.
Asimismo, dijo que esperan “contar con el aporte del personal y canes del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires con la colaboración del Ministerio de Seguridad de la Nación y de otros organismos”.

“Para este proyecto se utilizarían animales ya entrenados en la detección de otros olores, preferentemente detectores de explosivos ya que estos perros han sido entrenados para que realicen una forma de señalización de olor compatible con la requerida en esta tarea. Por lo tanto, sólo será necesario que ellos aprendan a identificar y memorizar un nuevo olor”, enfatizó la especialista.

En torno al protocolo adoptado para evitar que corran riesgo tanto personas como animales, Carancci indicó que “las muestras serán almacenadas en condiciones adecuadas de temperatura y humedad hasta su utilización” y “al momento de iniciarse los ensayos estas serán colocadas en dispositivos acondicionados especialmente para que los perros puedan tomar los compuestos orgánicos volátiles de cada uno de ellos, llevando a cabo así los aprendizajes que les permitan reconocer las muestras”.

“Tanto los canes como las personas involucrados en el entrenamiento para la detección de muestras provenientes de pacientes COVID-19 positivos no estarán expuestos a riesgo alguno proveniente de las muestras. Las muestras utilizadas para la detección por parte de los canes serán tomadas por personal de salud bajo un riguroso proceso. Si bien las tomas provienen de pacientes que cursan la enfermedad, se trata de muestras de sudor donde no se encuentra el agente viral, tomadas sobre gasa estéril, y depositadas en envases herméticos”, abundó.

Finalmente, precisó que “el adiestramiento en la detección de olores se realiza a partir de un aprendizaje asociativo mediante el cual el perro aprende a reconocer un olor que le dará acceso a su juguete o alimento de su agrado”.

“Al encontrar el lugar con la muestra positiva el perro lo indicará con una conducta específica (sentándose y dirigiendo su mirada hacia ese dispositivo), recibiendo así la recompensa por esta marcación. Luego deberá discriminar entre muestras de pacientes positivos y negativos, marcando los primeros e ignorando a los segundos”, cerró.

Vale mencionar que las pruebas ya realizadas en Francia han arrojado un resultado altamente efectivo en cuanto al éxito de los perros al identificar las muestras. La estadística muestra una efectividad entre el 86 % y el 100 % según el ejemplar canino. Ante estos alentadores resultados se espera poder avanzar en las siguientes etapas para poder concluir en una aplicación directa en la detección de pacientes positivos mediante el uso de canes.

El equipo de trabajo de la Facultad de Ciencias Veterinarias está compuesto además por Florencia De los Santos, de la Secretaría de Extensión; Guadalupe Álvarez, del área de Especialidad en Bienestar Animal y de la Escuela de Adiestramiento Canino, Daniel Pazos y los adiestradores caninos Ariel Zapata; Nora Chiesa y Héctor Lorenzo. (ANDigital)

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