viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3681

Política | 14 jul 2021

Análisis

Bolivia, la Croacia de Macri

De País Aliado Extra-OTAN al crédito por 50 mil palos. Excede al conflicto anquilosado del Correo, el Hotesur personal. La herencia de Franco, El Macri que Valía. Como excede a las derivaciones del espionaje amateur.


Por Jorge Asís (*)

1.-La batalla infatuada de la comunicación

Pese al reduccionismo del periodismo adicto, se complica el panorama judicial de Mauricio Macri, El Ángel Exterminador.

Excede al conflicto anquilosado del Correo, el Hotesur personal. La herencia de Franco, El Macri que Valía.

Como excede a las derivaciones del espionaje amateur.

O a los delirios peligrosos de la “mesa judicial”. Conjunto de diletantes que descontaban la permanencia del macrismo.

El epílogo del doctor Pepín marca la magnitud del ridículo.

Desbordes infantiles que son explotados hasta el hartazgo por el periodismo opositor (es tan superficial como el adicto).

La batalla infatuada de la comunicación completa la patología del oficio periodístico que genera un producto extraño.

Ni se informa ni se esclarece. Sólo consolida la posición del previamente convencido. La buena causa siempre es la propia.

El destinatario que consume es el que cree que Macri -o La Doctora- representa el Mal.

Y se le atribuye al otro, al rival, la autoría categórica de los males inventados.

Significa confirmar que la prédica permanente, a su favor, de nada le sirve a La Doctora. Ni a la cepa kirchnerista del peronismo.

Como la prédica intensamente favorable tampoco le resulta de utilidad al Ángel Exterminador.

Ni siquiera al macrismo, absorbido hoy por un desplazamiento.

La coalición la lidera -al cierre del despacho- Horacio Rodríguez Larreta, Geniol.

Es el preferido por el establecimiento.

2.- El insumo relativo de la verdad

El periodismo adicto no favorece entonces ni a La Doctora ni al Ángel. Pero menos favorece a la verdad.

Se trata -la verdad- del insumo relativo y flexible. Diluida su intensidad en la campaña electoral de medio término. Arrastra el suspenso artificial.

Como si se decidiera, en la inutilidad de las PASO de septiembre, o en la distribución de bancas de noviembre, la suerte del gobierno de La Doctora.

El que preside Alberto Fernández, El Poeta Impopular.

Para los protagonistas de la referencia (El Ángel y La Doctora) se decide lo importante.

El desenlace judicial de las causas. Se imponen como la antesala inexorable de la decisión final.

El doble indulto que la sociedad no se encuentra preparada para aceptar.

Es el indulto que unifica al Ángel con La Doctora, aunque les pese a ambos.

Y que impulsa la inmunidad eterna para los jefes de estado elegidos democráticamente.

Hasta 1983, la carrera militar podía concluir en la presidencia de la república.

A partir de 1983 la carrera política puede culminar en la cárcel. El modelo de Perú.

3.- El cazador oculto. Salinger

Bolivia, para Macri, remite a la equiparación de Croacia para Carlos Menem (debe separarse el caso de Croacia o Bosnia con el de Ecuador).

La transferencia sombría de armamento hacia Croacia, en 1993, derivó en siete meses de prisión de Menem, en 2001, en la Quinta de Armando Gostanián.

Tanto la Bolivia de Macri como la Croacia de Menem comparten el mismo «cazador oculto» (novela de J. D. Salinger).

Estados Unidos como protagonista fantasmal.

La carnicería de los 90, casi 30 años después, se examina minuciosamente en la Corte Internacional de La Haya.

Imposible, durante la fragmentación de Yugoslavia, que entrara un simple rifle de juguete, en Croacia o en Eslovenia.

Sin el conocimiento, o el impulso, del protagonista fantasmal. Animador fundamental de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Nunca olvidar que la Argentina de Menem, por su relación privilegiada, fue nominada como País Aliado Extra-OTAN.

Una concepción que atormentaba al canciller Insulza, de Chile. Quería saber “qué demonios significaba”.

Tampoco se puede menoscabar el interés de Estados Unidos, aún presidido por Trump, en el ingreso a Bolivia de cifras siderales de juguetes para espantar disturbios “moralistas”.

Para consolidar la transición de facto de la señora Jeanine Añez. Aún antes, incluso, que se iniciara.

Nunca olvidar que la Argentina de Macri había sido parcialmente beneficiada por un crédito de 50 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional.

Con el objetivo de fortalecer al candidato preferido en una cruzada que insólitamente se iba a perder.

Aquel negocito de las armas para Croacia fue bien aprovechado por algún pariente rápido para hacer la diferencia espiritual.

También sirvió para que un fiscal joven y con iniciativas, Carlos Stornelli, y otro juez joven, Jorge Urso, astuto pero ya extinto, se cargaran al expresidente de la República.

Y sirvió para que el superior canciller Guido Di Tella amargara el final de su biografía ante la ingratitud de la historia.

Y para que aquel ministro de Defensa Oscar Camilión, máximo experto en las transformaciones del Grupo Clarín, padeciera su último tramo pendiente del procesamiento injusto.

Fueron años sometidos a la humillación de ser autorizado para salir del país y extasiarse con la ópera de Milán que le fascinaba.

4.- La súplica precoz

Bolivia, la Croacia de Macri, le corresponde al juez López Biscayart.

Garantía de ecuanimidad. Es de esperar que no se enturbie el futuro próximo del canciller Jorge Faurie, Saavedrita.

Es el profesional de la carrera diplomática que supo destacarse como el embajador más competente que tuvo La Doctora en Europa.

Y que no se opaque más, ante la indiferencia de la posteridad, la mala suerte del ministro Oscar Aguad, El Milico.

Atormentado, Aguad, también por el manejo irresuelto del drama del Correo. El que reproduce en El Ángel reproches familiares.

“Tuviste cuatro años en el poder y no lo pudiste arreglar”.

Además, pobre Aguad, debió soportar el extravío del submarino en aguas del sur.

“Mover un Hércules a Bolivia no puede pasar desapercibido”.

Lo confirma un General retirado que riega las macetas con geranios en el balcón de Belgrano.

Atribuye responsabilidad a los agregados militares. Como «Al Trucho de Inteligencia».

En vez de Defensa, o de Cancillería, en el tema Bolivia se apunta hacía Seguridad.

Es donde imperaba la señora Patricia Bullrich, La Yiya.

Dama sabia, La Yiya, que va al frente. Sabe que, para defenderse, siempre se debe atacar.

Ataca entonces a Alberto, el presidente del gobierno de La Doctora. Por la súplica precoz de disculpas.

En nombre de la Argentina, ante Bolivia. Acto patriótico de campaña electoral.

Las explosiones de Río Tercero complicaron al ejército de los 90 como los gases lacrimógenos y las ametralladoras complican hoy a la gendarmería.

Y no precisamente a los elitistas “alacranes”. Comandos entrenados para hazañas infinitamente superiores.

Nunca para lanzar spray con flit a los valerosos bolivianos que manifestaban contra un clásico golpe de estado.

(*) Periodista y escritor
Publicado en JorgeAsisDigital.-

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