El primer triunfo de Vidal y la mesa de concordancia del bloque del FpV en Diputados

El primer escenario paritario docente para María Eugenia Vidal estuvo cargado de situaciones inéditas, tensiones, intrigas e incertidumbres que le quitaron el sueño por más de una semana y, sobre todo, por cortocircuitos con el Gobierno nacional que develaron parte de las viejas internas que mantiene el PRO. Después de grotescas postergaciones de los cónclaves paritarios –tanto en Nación como en Provincia– finalmente MEV puede volver a sonreír y anotarse para su gestión el primer triunfo político: el lunes 29 de febrero, las clases comenzarán en tiempo y forma en la provincia de Buenos Aires y la Gobernadora, y el martes podrá abrir las sesiones ordinarias en la Legislatura con los alumnos en las aulas. La primera experiencia, esa en la que todos los ojos y las lupas se posan sobre el accionar, tuvo ese final feliz que “Mariu” y sus funcionarios buscaban con ansias. No fue un camino fácil, el gesto de haber concretado una reunión con los gremios docentes –allá por diciembre del año pasado– quedó simplemente en una foto que le sirvió a la administración bonaerense para intentar mostrar que la discusión salarial había comenzado mucho antes de lo tradicional, un reclamo que siempre hicieron los sindicatos. Pero la realidad bonaerense pegó duro y el comienzo del año no fue el mejor para Vidal. La fuga escandalosa de los tres condenados por el Triple Crimen de General Rodríguez, la falta de aprobación del Presupuesto 2016 en el Parlamento bonaerense y los movimientos de la inexperiencia pegaron varios sacudones a la joven gestión de la otrora vicejefa del Gobierno porteño. Un arranque con tambaleos.

Después de ceder en varios miles de pesos y dólares el monto del millonario endeudamiento que pretendía Vidal con el Presupuesto 2016, la calma llegó a su ser y, tras arduas negociaciones, la Gobernadora pudo contar con la “Ley de leyes”. Pero ese no fue un verdadero triunfo político, el cogobernante Frente Renovador hizo aportes sustanciales para la aprobación del Presupuesto, pero sobre todo Calle 6 tuvo que ceder ante la presión del agitado y casi agrietado bloque del FpV en Diputados, quienes no estaban dispuestos –pese a sus tensas internas– a aprobarle ese endeudamiento. Tras muchos errores novatos sobre cómo llevar adelante las negociaciones en el tablero bonaerense, Vidal y sus ministros tuvieron que aceptar la ayuda de los “intendentes dialoguistas” del FpV y ceder a la presión de los legisladores comandados por Walter Abarca. Así pasó enero, fue recién en febrero que Vidal puso sobre la mesa una primera oferta salarial para los docentes, un tibio 23,6 por ciento, oferta que los gremios calificaron como “vergonzosa”. Días más tarde, ya con los ministros de Economía, Hernán Lacunza, y de Trabajo, Marcelo Villegas, ofrecieron un 24,1 por ciento, un irónico medio punto más que la anterior. Molestos e indignados por la “insignificante oferta”, los gremios docentes del Frente Gremial (integrado por SUTEBA, FEB, AMET, UDA y SADOP), más UDocBA y UPCN, rechazaron de plano ese aumento y advirtieron sobre la “agudización del conflicto”. Los fantasmas de paros, movilizaciones y cruces mediáticos asomaban sobre la gran aldea bonaerense. Temores latentes escritos con tiza.

Más allá de las bajas ofertas que plasmó Vidal, las cuales no alcanzaban a cubrir el aumento de la inflación que sufrió la economía, el hecho que dejó peor parada, confusa y acorralada a Vidal fue lo sucedido en le negociación nacional y el famoso aumento del 40 por ciento que habría ofrecido el ministro de Educación, Esteban Bullrich. Las posteriores desmentidas y retracciones, la intervención de Mauricio Macri, quien tuvo que salir a decir que el aumento “absolutamente” tiene que ser “del 25 % a nivel provincial”, le dejaron a MEV –mandataria de la provincia con más alumnos en el país, la pantalla que todos miran– en una situación complicada y tuvo que estar más que atenta a que surjan las definiciones en el ámbito nacional y tener a los gremios provinciales cada vez con menos paciencia y con la amenaza de conflicto bajo el brazo. Esta confusión provocó mucho enojo en la Gobernadora, muchos de sus colaboradores condenaron la “jugada” de Bullrich y hasta lo relacionaron con viejas internas porteñas. Tal fue el enojo de Vidal, que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, tuvo que hacer un viaje relámpago hacia La Plata y concretar una reunión con la Gobernadora para calmar las aguas. Tensiones en el mundo amarillo.

Así, el comienzo de esta última semana no fue de las mejores, el lunes temprano el titular del SUTEBA, Roberto Baradel, denunció que su hija había recibido amenazas en su correo electrónico relacionadas con la negociación paritaria y, en una extraña y preocupante situación, se conoció que el viernes anterior policías de civil se acercaron a la conferencia de prensa de maestros en CTERA para hacer extrañas preguntas en la puerta del lugar. A eso, se sumó que Nación no anunciaba fecha de reunión con los gremios, por lo tanto Vidal se quedaba sin capacidad de movimiento para poder llamar a los sindicatos bonaerenses. Con esas aristas, este miércoles y jueves Nación y Provincia postergaron y cambiaron más de dos veces la hora de convocatoria a los docentes, generando que la ansiedad y los malos augurios empezaran a querer asustar sobre tierras bonaerenses. Pero para la calma y alegría del PRO, el viernes los gremios nacionales aceptaron la oferta del 30 por ciento de aumento, con lo cual el jueves los funcionarios de Vidal pudieron ofrecer un 34,6 por ciento, monto que el sábado fue aceptado por SUTEBA y FEB (sindicatos mayoritarios del Frente Gremial), no así por UDocBA, que la rechazó, pero sin anunciar medidas de fuerza. “No aceptamos alegremente, sí en un contexto de condiciones”, señaló Mirta Petrocini de la FEB. “La unidad y la fortaleza de los trabajadores de la educación del país ha logrado perforar el techo que pretendía imponerse en las paritarias”, celebró Baradel por su parte. Así, Vidal podrá decir que en su primer desafío paritario pudo acordar con los docentes y asegurarse el inicio de clases, como estaba programado, y hablar ante la Legislatura sin esa presión de las aulas vacías. Más allá de las contingencias del escenario nacional, MEV y sus ministros apelaron al silencio y las casi nulas apariciones en medios periodísticos, un escenario donde hasta el año pasado de dirimían los cruces entre referentes gremiales y funcionarios bonaerenses, estrategia que en parte impidió la detonación de las negociaciones y así poder transformarse en su primer triunfo político.

La mesa de la concordancia de los diputados del FpV

En la columna de la semana anterior se habló sobre el ocaso de José Ottavis al frente de la titularidad del bloque del FpV en Diputados bonaerenses. La suerte del “Petiso” quedó marcada por los malos movimientos que tuvo en la parte más caliente de la negociación por el Presupuesto 2016 de Vidal. En las últimas semanas, el novio de la exuberante vedette Vicky Xipolitakis perdió poder en el bloque, dentro y fuera de La Cámpora, convocó a dos reuniones de bancada las cuales tuvo que suspender porque algunos tenían el decoro de avisarle que no irían y otros hacían caso omiso al llamado. Después de un caldeado enero, donde los espectros de ruptura deambulaban por el bloque del FpV, finalmente la concepción de “unidad” es la que primó en las mentes y estrategias de los legisladores y ahora se quieren dar una nueva oportunidad para seguir juntos. Eso sí, Ottavis ya no será el titular del bloque y desde hace varios días comenzaron las reuniones, llamados, chats y cafés donde se empiezan a barajar los nombres. La calma del mar, tras la tormenta.

En las últimas horas los 36 diputados que componen el bloque del FpV, primera minoría en la Cámara Baja, decidieron aceitar la bancada y, según pudo saber ANDigital, conformar una mesa de concordancia donde estarán sentados los representantes de las distintas líneas internas que conviven allí: dos que responden a Walter Abarca, dos de La Cámpora, uno que responde a Fernando “Chino” Navarro, uno de la tropa de Horacio González y uno de la mesa de Juan José Mussi, todos con aspiraciones a ser el nuevo comandante de bloque. La idea es simple, esta mesa tiene que proponer los nombres y definir mediante la negociación y el acuerdo quién será el reemplazante a Ottavis. Más allá de que los nombres de estas cinco líneas internas se conocían, este medio pudo saber que el grupo de “los doce” que encabeza Abarca (ahora son trece, por la suma de un nuevo legislador) propondrá de manera firme que el exsecretario privado de Néstor Kirchner sea el nuevo titular de bloque. En los pasillos de la Legislatura y los bares aledaños sostienen que Abarca tendría cierto aval de Máximo Kirchner y La Cámpora y que tuvo un rol destacado en las negociaciones calientes por el presupuesto de Vidal. En los próximos días seguramente se conocerán las definiciones de la “mesa de la concordancia”. Para llegar a un acuerdo, será importante el reparto de los lugares de autoridades dentro del bloque y, también, varios niveles arriba, la disputa por las Comisiones de la Cámara que ya tiene a Cambiemos y al Frente Renovador expectantes para empezar con la puja.